jueves, 30 de diciembre de 2010

ÚLTIMAS REFLEXIONES DEL AÑO


Este año que termina he aprendido que todavía no sé suficiente. He aprendido, también, que aunque todo está en constante movimiento y nada es para siempre, hay cosas que valen la pena conservar. No soy muy amiga del apego. Pienso que te ata, te impide evolucionar, aprender, ampliar horizontes; sin embargo, encontrar el término medio y valorarlo en su justa medida no es tan terrorífico. El apego, si somos selectivos y tenemos buen criterio, da estabilidad. Pero como todo en la vida, tiene su lado negativo. Para las personas con inquietudes puede resultar aburrido, poco emocionante, frustrante y adictivo, que es lo peor. Y la realidad, aunque nos pese reconocerlo, es que todos estamos apegados a alguien o a algo. Es inevitable, y lo único que podemos hacer al respecto es intentar, en la medida de lo posible, que el apego no se convierta en obsesión.
Este año también he aprendido a cerrar capítulos. Mantengo mi gran virtud, que no es otra que la persistencia, pero hasta en eso me he vuelto más selectiva. Luchar por causas perdidas es un gasto inútil de energía. He aprendido que no todo el mundo es bueno -como yo creía-, que hay mucho egoísta suelto, personas interesadas que no tienen escrúpulos y les importa un bledo herir los sentimientos de los demás. Pero también sé -y eso lo aprendí hace tiempo- que hay personas buenas. Lo que tengo muy claro es que las que no lo son es porque tienen un problema de base relacionado, casi siempre, con la parte afectiva/emocional.
He aprendido, por otra parte, que el más trabajador no siempre es el más valorado. Que el trébol de cuatro hojas del que tanto hablaba mi anterior jefe sólo lo encuentran unos pocos afortunados, que no hay que deshojar margaritas para obtener una respuesta que es mentira, que hay que andar con paso firme pero saber detenerse ante una señal de peligro o de prohibido el paso.
He aprendido tantas cosas que es imposible enumerarlas todas. De algunas sólo conozco la teoría, porque en el fondo soy igual de vulnerable que el resto de los mortales, y me olvido, o hago que me olvido, de ponerlas en práctica. Porque mi lado visceral, mi esencia, lo más puro de mí, es el camino más fácil, o el más difícil, depende de cómo se mire. El caso es que estamos en la vida de paso, para aprender de lo bueno y de lo malo, de los buenos y de los malos, todo nos complementa y nos hace ser más nosotros mismos. Reafirmarse está bien. Apegarse en exceso, justo lo contrario.
En el 2011 tengo previsto hacer dos cosas fundamentales. La primera, seguir escribiendo; y la segunda, sacar tiempo para hacer ese voluntariado que siempre he querido hacer. Por lo demás, sobrevivir a esos 365 días en los que tendré, por segundo año consecutivo, al planeta Saturno como cómplice y amigo.
Saturno no me gusta, pero lo digo bajito para que no me oiga, no sea que se enfade y me lo haga pagar caro.
Feliz año nuevo a todos los que seguís mi blog.

martes, 7 de diciembre de 2010

UN SUSTO DE MIEDO

Pues sí, un susto en toda regla; aunque para ser más exactos podríamos definirlo como una impresión de infarto. Casi se me indigestan las albóndigas de la cena, junto con el postre, un plátano que tengo atravesado porque me lo he ido comiendo en pleno susto, o en plena impresión de infarto. Debo reconocer que soy una chica -una mujer- bastante impresionable. Coño, y yo que pensaba que lo tenía superado. Pues no, va a ser que estaba equivocada. Hoy me he levantado a las 6'30 de la mañana, como cada día de la semana. La mañana ha transcurrido tranquila, como mucha gente estaba de "puente" apenas había trabajo. En realidad, no había nada de trabajo. Ni una llamada, ni un e-mail, apenas unas correcciones y de vuelta a casa.
Tendría que haberme acostado. La idea era descansar para ir al cine esta noche, pero últimamente me cuesta dormir, así que he estado leyendo un libro de Saramago que me cuesta digerir lo mismo o más que el plátano y luego me he ido a pasear con el perro. He tenido que tirar de él porque está más perro que de costumbre, pero al final he conseguido que andara a un ritmo rápido -el que yo le marco porque suelo caminar muy deprisa-, ha hecho pipí tantas veces como le ha venido en gana y, finalmente, ha hecho caca, ya en la puerta de casa. Para no perder la costumbre, después de treinta minutos de caminata decide dejar el "presente" justo en la entrada de casa, con los vecinos mirando cómo la dueña, esto es, quien escribe esta perolata, se agachaba y con un pañuelito de papel recogía las heces con cara de hacerle poca gracia. Aunque bien pensado, a ver a quién le resulta gracioso recoger caquitas de perro, aunque sea el suyo, ante la atenta mirada de los vecinos y la gente que pasa. Se te quedan mirando como si nunca hubieran visto algo parecido. Pues yo he visto a papás y a mamás sujetarles el culito a sus hijos para que hicieran lo mismo entre dos coches a la vista de cualquiera. A mí eso tampoco me resulta agradable, ni cívico. Los niños tienen derecho a ser pudorosos; los perros son harina de otro costal porque no tienen vergüenza. El mío no la tiene. Está bien enseñado.
Qué bien. Después de esta tarde tan interesante me llevo la sorpresa, el susto, la impresión de infarto de la que he empezado hablando. Objetivamente, no ha sido para tanto, pero en mí las emociones se multiplican y se elevan al cuadrado. ¿Eran las potencias las que se elevaban al cuadrado? Las matemáticas nunca han sido mi fuerte, que se lo pregunten a mi padre, que acababa enfermo cada vez que me ayudaba con los deberes. Mi profesora de matemáticas no se lo explicaba; decía que cómo era posible que teniendo un padre químico yo fuera tan negada. Mi padre químico y mi madre contable. Buena combinación. A mí me dio por la literatura, otra de las razones por las que mi abuela le preguntaba a mi padre con cara de extrañeza que a quién había salido la niña. Es curioso esto de los genes. Analizar hasta qué punto intervienen en la personalidad de un individuo daría para un libro. Tal vez algún día me anime a escribir algo científco, pero procuraré no decírselo a mi padre porque se troncharía de la risa. Yo soy de la opinión de que todos nacemos con un talento, y deberíamos ganarnos la vida exprimiendo dicho talento. Hay personas que creen saber hacer muchas cosas, pero estoy convencida de que los que saben, o creen saber tanto, en realidad ni saben ni hacen las cosas bien. Para destacar en algo concreto hay que emplearse a fondo, y los que pretenden abarcar muchas cosas acaban por convertirse en personas mediocres y frustradas.
Retomando el tema - soy fantástica yéndome por las ramas- aún tengo el susto en el cuerpo. Un clik, una imagen, un nombre, una sonrisa, un no me lo puedo creer, lo que nunca hubiera imaginado, alguien imprevisible, irreconocible, que intuyo cambiado. Algo normal que no causa extrañeza y que, sin embargo, a mí me ha impactado. Intento cerrar los ojos y hacer marcha atrás. No puedo. El tiempo corre hacia delante, nunca hacia atrás. Lo intento, soy perseverante y creo conseguir hasta eso: modificar el tiempo. Las albóndigas de la cena, el plátano, No me lo puedo creer, una sonrisa, un nombre, una imagen, un clik, un largo paseo, una caca de perro, el libro de Saramago, una mañana tranquila de trabajo, me levanto, suena el despertador a las 6'30h. Estoy durmiendo. Estoy soñando. Todo ha sido un sueño.

sábado, 27 de noviembre de 2010

SER RARO, SER AFORTUNADO

Soy una tía rara. No es necesario que nadie me lo diga de palabra porque conozco el lenguaje de la mirada. Sé cuando alguien me mira y piensa: "Esta chica es diferente..." Y también sé cuando lo está pensando de manera positiva o, por el contrario, de manera despreciativa.
La intuición es mi fuerte. Me puedo equivocar, pero hasta el momento no se ha dado el caso. Hay quien me pregunta si soy bruja. Me troncho de la risa. Sí -contesto-, es de nacimiento. Y me quedo más ancha que larga.
El caso es que nadie de los que me ven "rara" sabe darme argumentos. No tienen respuesta, sólo sonríen y se quedan pensativos, esperando poder decir algo que nunca llegan a decir. Esto sí que me inqueta, la verdad que sí. Mi amiga Carmen dice que tengo tanta luz que deslumbro a las personas. Las buenas se acercan, pero las malas se alejan porque la luz las deja ciegas. Es una teoría interesante, al menos para mí, que a lo largo de todos estos años he comprobado cómo las malas personas, las egoístas que no podían aportarme nada, se alejaban hasta desaparecer sin dejar rastro. Sin embargo, las buenas personas, las nobles, las desinteresadas, todavía siguen a mi lado. Algún significado tendrá esto, pienso.
Hoy me he despertado contenta. Estoy tranquila y muy agradecida por todo lo que tengo y se me sigue dando. En la vida hay tanta belleza... Sólo hay que saber verla, y no es fácil para todos.

domingo, 7 de noviembre de 2010

LA RAE HA PERDIDO EL OREMUS


Decididamente, la RAE se aburre. Hace unos meses publiqué un comentario en el que escribía sobre esto mismo y, a día de hoy, lo ratifico. No sólo -me mantengo fiel al sólo con acento cuando equivale a solamente-opino que se aburren y que tratan de buscar notoriedad sino que pretenden volver loco al colectivo de correctores, del que formo parte, a los maestros, periodistas y escritores, además de fomentar las faltas de ortografía. Lo que no puede ser es que lo que lleva toda la vida escribiéndose igual ahora deje de hacerse porque les salga de la boina. Hala, así por las buenas, sin ningún argumento objetivo o, cuando menos, razonable para mí, que llevo dedicándome a la corrección desde hace muchos años y me considero capacitada para tener un criterio bastante acertado al respecto.
Publico, a continuación, la noticia como la recoge la agencia Europa Press:

"Madrid. (EUROPA PRESS).- Palabras como 'Guión', 'Iraq' y 'ex marido' serán faltas de ortografía, según los cambios acordados por la Comisión Interacadémica de la Asociación de Academias de la Lengua Española, reunida esta semana en San Millán de la Cogolla (La Rioja).
El contenido de la Ortografía de la Lengua Española no será definitivo hasta que lo ratifiquen los máximos responsables académicos el próximo día 28 en Guadalajara (México).
El coordinador de esta nueva edición, Salvador Gutiérrez Ordóñez, ha explicado este viernes, en declaraciones a Europa Press, que en el caso de palabras monosílabas como 'guion', truhan' o la forma verbal 'guie' se elimina la escritura opcional de tilde. "Hasta ahora se consideraban diptongos ortográficos y se permitió poner la tilde para favorecer la adaptación, pero los universitarios ya no acentúan y lo ven natural", indica.
La RAE también eliminará la letra 'q' en las palabras con fonema 'k', ya que en castellano solo puede aparecer en la combinación 'qu' (queso, querer). Así, el uso de esta letra en palabras como 'Iraq', 'Qatar', 'quásar' o 'quorum' representa una "incongruencia" con las reglas, por lo que habrá que escribir 'Irak', 'Catar', 'cuásar' y 'cuórum'. "Se pueden utilizar palabras extranjeras, pero si se usa Qatar y quorum con 'q', será con cursiva y sin tilde", matiza.
Otra de las modificaciones importantes que realiza la Academia está relacionada con el uso de extranjerismos. En este caso, "si no han sido adaptados a la ortografía española, continuarán apareciendo sin tilde y deberán escribirse en cursiva", señala Salvador Gutiérrez. Latinismos que aparecían escritos en letra redonda y con acentuación gráfica deberán mantener, pues, su forma original, como es el caso de 'ex cathedra', 'casus belli' o 'deux ex machina'.
¿Sólo o solo?
Desde 1959 la Academia acordó que la tilde de la palabra 'sólo' y de los demostrativos no era obligatoria y a partir de entonces dejó de añadirla en sus publicaciones. Ahora aconseja no usarla porque "es innecesaria", aunque matiza que "no se condena usarla" y se permite limitarla a los casos de posible ambigüedad que son "rarísimos", recalca Gutiérrez.
En anteriores ediciones se consideraba a los prefijos 'ex', 'anti' o 'pro' como preposiciones, por lo que se escribían separados de la palabra a la que acompañaban. Ahora, sin embargo, la RAE los analiza como prefijos y, como tales, deberán escribirse unidos a la base léxica, aunque sólo si afectan a una sola palabra ('exmarido', 'antisocial', 'ex capitán general' o 'pro derechos humanos'). La Nueva Gramática de la Lengua Española también elimina la acentuación gráfica de la palabra 'o' cuando se encuentra entre números. Salvador Gutiérrez explica que se trataba de "la única palabra átona que permitía llevar la tilde". "Antes había razones para hacerlo, como la escritura a mano, pero con la escritura a máquina o a ordenador no hay lugar a dudas", precisa.
Otra de las modificaciones afecta al alfabeto castellano que, a partir de ahora, dejará de contemplar como letras la 'ch' y la 'll', por lo que el número pasa de 29 a 27. Además, cambia la denominación de ciertas letras, como la "be" para la 'b', la "uve" para la letra 'v', la "doble uve" para la 'w', la "ceta" para la 'z' y la novedosa "ye" para la 'y', en lugar de la "i griega".
Salvador Gutiérrez Ordóñez ha destacado que los cambios que realiza la RAE "obedecen al cambio" y se deciden con "razones de coherencia y gramaticales". En este sentido, subraya que la ortografía española "no está tan alejada de la pronunciación gracias a estos cambios", y añade que cosas que ahora parecen "sorpresa", a la larga supondrán un "beneficio grande".

Yo me pongo enferma cada vez que a la RAE se le ocurre hacer cambios. ¿ A qué se debe esto? ¿Aburrimiento? ¿Afán de protagonismo? ¿No sería más fácil mantener la ortografía de toda la vida y dejar de dar por saco con tanta pamplina?
En fin, puede que siga el espectáculo. Tal vez, algún día, amanezcamos con la noticia de que nos han cambiado el abecedario. Visto lo visto, todo es posible.

lunes, 18 de octubre de 2010

UN MOMENTO PARA MÍ


Me paso el día escribiendo, corrigiendo, revisando hasta el último detalle antes de publicar un artículo o documento y cuando llego a casa necesito tener mi momento.
Me tomo un tiempo para mí, aunque esté cansada. Todos los días sigo la misma rutina. Llego a casa, me quito los tacones, saco a pasear al perro -de nuevo con los tacones porque,como diría Cristina, yo antes muerta que sencilla-, regreso de nuevo a casa, me quito la ropa, me desmaquillo, me ducho, me seco el pelo, me tomo una limonada y me fumo un cigarro en la terraza. Miro al cielo y busco las estrellas, me recreo en la luna, pienso en cómo ha ido el día, hago un balance general de toda la semana y sigo hasta retroceder al primer día del mes. Agotador.
A veces me sonrío y otras me resigno. No todos los días son fantásticos, pero como dice el refrán "no llores por no haber visto hoy el sol porque las lágrimas te impedirán ver las estrellas". Hay muchas maneras de llorar, mi abuela decía que había que llorar hacia adentro. Antes no entendía a qué se refería pero ahora lo voy comprendiendo. Mi abuela era una gran mujer, muy inteligente y segura de sí misma, pero fría como un témpano de hielo. Nunca la vi llorar ni expresar sus sentimientos. La recuerdo sentada en la butaca del salón con un libro entre las manos. Lectora voraz e infatigable que decía que el saber no ocupaba lugar.
Eso lo he heredado de ella, aunque si me preguntaran que a qué miembro de la familia me parezco o con quién de ellos me siento identificada mi respuesta sería rotunda: a nadie, no me parezco a nadie. No quiero decir que no me sienta orgullosa de mi familia, en absoluto me refiero a eso, simplemente que mi trayectoria en la vida ha sido muy distinta a la de todos ellos y las experiencias son las que marcan la personalidad y la reafirman. Ésa es mi opinión.
Esto del blog se está convirtiendo en una especie de diario personal. Me sirve porque me relaja, porque aquí puedo escribir lo que me da la gana y no tengo la obligación de darle coherencia a las palabras, aunque lo hago por defecto. No cuento intimidades, jamás lo haría porque pertenece a esa parte de mi vida, de mí misma, que no comparto con nadie, pero debo reconocer que escribir en el blog me gusta.
He empezado diciendo que cuando llego a casa sigo la misma rutina. Hoy me la he saltado. Normalmente, escribo antes de irme a dormir y estas líneas las escribo todavía con el rímel en las pestañas. La luna me ha entretenido más de la cuenta, así que merezco que me conceda un deseo. No necesito pensarlo porque es el mismo de siempre, ella ya lo sabe.

lunes, 4 de octubre de 2010

JANIS JOPLIN

Hoy, día 4 de octubre, se cumplen 40 años de la muerte de Janis Joplin.
"Little Girl Blue" es para mí una de sus mejores canciones. Sin desmerecer al resto diría que este tema tiene algo de especial, de profundo, de tierno, como si la personalidad de Janis estuviera más presente o se hiciera más palpable.
No quisiera irme a dormir sin hacerle un pequeño homenaje. Bastante pequeño si lo comparamos con otros que se le han hecho a lo largo de la historia, pero se lo dedico con todo mi cariño y admiración. La voz de Janis Joplin consigue estremecerme de manera muy particular, sus canciones me llegan al alma, tal y como ella las cantaba, desde lo más profundo de su ser, poniendo la vida en cada nota, en cada interpretación, con tanta fuerza y con tanta pasión que la vida la sacó de escena cuando tenía tan sólo 27 años.
Janis Joplin se fue pero su voz sigue traspasando fronteras y corazones, aunque desde diferente escenario.

domingo, 26 de septiembre de 2010

HIJOS PARA TODA LA VIDA

En los tiempos que vivimos el divorcio ha dejado de contemplarse como algo injurioso o indigno. Para los que somos católicos la disolución del matrimonio implica una mayor carga moral que para los que no lo son, pero lo que está claro es que una ruptura siempre conlleva unos daños colaterales donde los más afectados son los hijos.
Sólo en el año 2009 en España se disolvieron 106.166 matrimonios.
Cuando dos personas deciden separarse de mutuo acuerdo deben tener muy claro que si tienen hijos deberán soportarse durante lo que les quede de vida, y no sólo hasta que los hijos alcancen la mayoría de edad, sino siempre. Una ruptura matrimonial debe hacerse de manera civilizada, respetuosa y teniendo en cuenta los derechos y necesidades de los hijos, algo que, desafortunadamente, no sucede siempre.
Aunque hoy en día el divorcio está muy generalizado y se ve como algo natural no hay que olvidar que supone un cambio importante para los hijos, que necesitarán adaptarse a una nueva vida porque las costumbres ya no serán las mismas.
Personalmente, estoy a favor del divorcio porque soy una defensora a ultranza del amor, y cuando el amor -tal y como yo lo entiendo- ha dejado de existir lo mejor es separar las vidas y buscar la felicidad en otra parte. Sin embargo, entiendo que los padres nunca se pueden separar de los hijos ni los hijos de los padres porque no hay mayor amor que el filial. Y esa clase de amor es indestructible. Por ese motivo lamento profundamente que haya personas egoístas incapaces de entender eso y que utilicen a sus hijos como moneda de cambio. Yo no soy madre pero si algún día lo soy mi hijo será lo más importante en mi vida, por encima de mi trabajo y de mis aspiraciones personales. A fin de cuentas, la elección de ser madre es libre y cuando una mujer se plantea tener un hijo debe ser consecuente con la decisión que ha tomado.
Escribo esto muy rápidamente antes de dormir porque he leído una noticia que me ha dejado muy mal cuerpo. No trataré ahora asuntos legales porque me llevaría mucho tiempo y no lo considero relevante, al menos por el momento. En cualquier caso, reitero que por el bien de los hijos los padres deben mantenerse unidos aunque la relación se disuelva legalmente. Esto implica pasar vacaciones juntos, reuniones familiares, cumpleaños, navidades, cualquier evento donde la presencia de la madre y del padre sea vital para los hijos. Y en el caso de que alguno de los dos rehaga su vida a nivel sentimental la nueva pareja deberá entender la situación y poner todo de su parte para que la relación entre padres e hijos fluya y no se pierda.
Los hijos, a mi entender, son intocables.

sábado, 25 de septiembre de 2010

GRÀCIES TXELL


T'escric això perquè sé que ho llegiràs i perquè, com tu dius, la vida m'ha fet massa reservada i hi ha coses que no puc dir-les en persona com m'agradaria.
Ets la meva millor amiga, ja ho saps, i et diré més: ets la millor persona que conec.
A la vida no es tenen molts amics, ho hem parlat moltes vegades. Ara farem 34 anys i, quant fa que ens coneixem? Bé, fent un càlcul aproximat diria que 16, corregeix-me si m'equivoco. Vàrem estudiar juntes la carrera i des d'aleshores juntes continuem.
La meva millor amiga, la millor persona, un ésser humà extraordinari, intel.ligent i amb valors per sobre de la resta de persones que conec. És un plaer tenir la teva amistat i dono gràcies cada dia per haver-te conegut.
Et desitjo el millor del món, els teus somnis són els meus, les teves frustracions també les faig meves i les superem juntes, almenys ho intentem. Perquè d'això es tracta, de superar els obstacles, de tirar cap endavant i no perdre mai el somriure. Sé que de vegades és difícil, però s'ha d'intentar Txell, la vida són dos dies i no ens podem quedar creuades de braços cada cop que les coses es compliquen.
Els darrers anys no han siguts fàcils, però ens han servit per aprendre dels errors i per ser millor que abans, i això és el que importa.
Tu ja saps del que et parlo... Sé que aconseguiràs el que et proposis perquè ets una lluitadora, a mi sempre em tindràs per fer-te costat en tot, et donaré el millor consell que se li dóna a una amiga però les decisions les hauràs de prendre tu, com jo les meves. Si ens equivoquem ja encertarem a la propera, i no passa res. De tot s'aprèn, malgrat que hi hagin equivocacions que tinguin un preu molt alt.
T'estimo molt guapa, i em sento molt orgullosa i agraïda de tenir-te com amiga.

domingo, 19 de septiembre de 2010

FE, PERSEVERANCIA E INTELIGENCIA

Mis tres pilares básicos para funcionar en la vida son la Fe, la perseverancia y la inteligencia. Yo siempre digo que no es lo mismo ser listo que inteligente pero que los inteligentes pueden ser listos y los listos, si quieren, inteligentes.
La inteligencia está al alcance de todos y no es algo que se adquiera con el estudio ni con los libros. Evidentemente, la genética juega un papel importante pero las experiencias de la vida y cómo las afrontemos determinarán nuestro nivel de inteligencia, que se irá modificando con los años y que pasará por muchos altibajos.
En cuanto a la Fe decir que es algo que se va perdiendo porque la gente relaciona la Fe con un sentimiento hacia Dios y la religión, actualmente, está de capa caída. Pero la Fe es algo más que sentir adoración por Dios, ya que se puede tener Fe en uno mismo, en nuestro mejor amigo, en esa persona que creemos nos ayudará cuando más lo necesitemos, en la luna, en las estrellas, en una flor, en lo que queramos o en lo que nos transmita seguridad y esperanza.
Cuando la Fe y la inteligencia coinciden entra en juego la perseverancia, que se va perdiendo cada vez más porque la gente se desmotiva a la primera de cambio. Hay que saber encajar una derrota, aceptar una negativa y saber cuándo renunciar a un sueño o a un ideal, pero después de haber luchado contra viento y marea para superar toda clase de obstáculos. El mundo, dicen, no está hecho para los cobardes, y yo pienso lo mismo. Cuando se quiere algo, si se quiere de verdad y la intención es buena, hay que coger el toro por los cuernos y tirar para adelante. Pase lo que pase, sea lo que sea.
Con Fe, perseverancia e inteligencia el mundo es más nuestro que de nadie.

lunes, 23 de agosto de 2010

EL ARTE DE ESCRIBIR


Hubo una vez alguien que me hizo coger un dolor de estómago eterno en el tiempo. Un dolor que empezaba en la garganta y se extendía hasta el bajo vientre y que salía por la planta de los pies dejando mis piernas temblorosas. Era un dolor difícil de definir por mi peculiar grado de masoquismo, que me hace echarlo de menos muchas veces.
No soy masoquista en extremo, aunque una atracción por lo desconocido , incluso peligroso, me saca del aburrimiento. De vez en cuando me las ingenio para hacer que el dolor vuelva.
Así resulta más fácil aceptar mis errores porque los busco yo y, de ese modo, no culpo a nadie.
Empecé a escribir mi segundo libro hace más o menos un año. Pero decidí cambiar de argumento porque el dolor era insoportable. Ya he dicho que no soy masoquista en extremo, sólo lo justo. Cualquier escritor coincidirá en la idea de que es imposible desvincular la realidad de la ficción, ya que en cada historia, en cada personaje, hay algo del que escribe. Nuestras experiencias, deseos, rasgos de la personalidad, las experiencias de los que conocemos, sus deseos y rasgos de la personalidad quedan reflejados en nuestro manuscrito.
La imaginación se sucede al mismo tiempo, en menor o mayor grado dependiendo del nivel de creatividad del escritor. En mi caso es bastante elevado, todo hay que decirlo.
En cualquier caso, escribir un libro no es tan fácil como algunos creen. A las editoriales llegan manuscritos ilegibles, con ideas caóticas, sin ningún orden y que, por más interesante que sea el argumento, no se puede valorar por la complejidad de lectura.
Escritores aficionados que tienen en la mente mucho y dicen poco. Escribir un libro lleva tiempo, muchas horas de dedicación y se requiere entrenamiento porque poner las ideas en orden cuando hay mucho que decir es complicado. Por ese motivo muchos autores (futuros autores) solicitan los servicios de escritores profesionales para que le den forma a la historia que tienen que contar. Esto no es garantía de nada, ya que el éxito de una novela, ensayo o biografía radica en la acogida que tenga entre el público, pero sin lugar a dudas siempre tendrá más posibilidades un libro que esté bien escrito porque la experiencia del escritor lo hará más interesante. Encontrar el punto fuerte de una historia, el gancho, y saberlo desarrollar y mantener no tiene precio, por eso los negros literarios cobran bien y muchos de ellos prefieren trabajar en la sombra durante años. Personalmente, jamás escribiría una novela para nadie aunque me pagaran todo el oro del mundo porque mi creatividad no tiene precio, sin embargo he escrito biografías y, tal vez, pasado un tiempo, volvería a hacerlo por el aprendizaje que aporta. Las experiencias de los demás enseñan tanto o más que las propias.
Ahora con la crisis no se solicitan tantos libros por encargo. Supongo que los aficionados y aspirantes no gastan en caprichos y consideran que su libro puede esperar. Me joroba reconocerlo porque durante algunos años me he ganado la vida escribiendo para los demás, pero debería estar prohibido porque el talento del escritor no debe estar en venta.
Una cosa es asesorar y corregir y otra bien distinta escribir un libro en el que ni siquiera aparece tu nombre en los agradecimientos. El arte se puede comprar pero no a los artistas y, en mi opinión, el escritor es un artista que, por norma general, no valora suficiente su talento.

miércoles, 11 de agosto de 2010

OUT OF AFRICA

"Memorias de África" lo tiene todo. Por eso es mi película favorita, la más favorita de todas mis favoritas. La calidad de los diálogos, la fotografía, la música, los actores, el paisaje... absolutamente perfecta. Por ello obtuvo siete Premios Óscar.
No me canso de verla. Recomiendo a quien no la haya visto que la vea con total tranquilidad para no perderse ningún detalle. Es increíblemente perfecta, la clásica película que puede verse dos y tres veces sin cansarse. Yo la he visto más de cinco veces y cuando llega el otoño la vuelvo a ver en uno de esos días lluviosos que no te apetece salir de casa. Me tumbo en el sofá, me cubro con una manta y me transporto a Kenia. Es como un ritual. Insisto en los diálogos, son realmente buenos, refinados, cuidadosamente acertados.

miércoles, 28 de julio de 2010

UN POQUITO DE SENTIDO COMÚN

Finalmente, se ha decidido prohibir las corridas de toros en Catalunya.
Me alegro muchísimo, aunque me gustaría que todas las decisiones fueran coherentes y sin distinción de ningún tipo. Se prohíben las corridas de toros -insisto que me parece bien- y, sin embargo, se aprueba la ley del aborto. ¿Acaso la vida de los toros es más importante que la de un ser humano?
Espero y deseo sinceramente que el aborto deje de contemplarse como un derecho, ya que a mi juicio es un crimen y un atentado contra la dignidad del ser humano.

martes, 27 de julio de 2010

LA TEORÍA DIVINA DE MI TÍA CONSUELO

Ayer por la tarde estuve con mi tía Consuelo. Fui a su casa a llevarle unos pantalones para que me arreglara los bajos. Mi tía Consuelo es hermana de mi abuela, pero no se parecen en nada y tienen puntos de vista completamente diferentes sobre todo. Es divertido verlas discutir porque la sangre nunca llega al río.
La verdad es que con mi tía tengo mucha confianza y es de las pocas personas con las que puedo hablar de lo que me preocupa con la tranquilidad de que mis confesiones no saldrán por la puerta de su casa. Ochenta y siete años dan para mucho y la voz de la experiencia, aunque suene a tópico, nunca se equivoca. Le cuento mis cosas mientras ella cose y, sin dejar de dar puntada, me contesta como si fuera su hija, que es lo que siempre me dice, que me aconseja como si fuera su propia hija porque me quiere tanto que sólo desea lo mejor para mí. Escucha a tu tía que sabe de lo que va la vida... -me repite una y otra vez.
Y tiene razón. En los últimos tiempos poco se ha equivocado.
El caso es que ayer, hablando sobre las oportunidades que dejamos escapar, me dijo algo que no se me había ocurrido antes. Cuando yo le pregunté -más bien me quejé- que por qué Dios no me daba otra oportunidad para arreglar algo con lo que me equivoqué, me contestó sin ninguna duda:
- Porque el Universo es muy grande y Dios tiene que dar la vuelta y prestar atención a todos. Claro, para eso se necesita mucho tiempo...
Su reflexión me dejó perpleja porque me pareció un argumento bastante fantástico, por ponerle un nombre. Pero luego, pensándolo mejor, comprendí lo que me quería decir.
Hay cosas que lleva mucho tiempo reparar. Otras, sin embargo, se solucionan de inmediato, pero las importantes, las que para nosotros tienen especial interés, requieren paciencia y tenemos que esperar a que Dios haga una paradita en su viaje por el Universo y considere si lo que le pedimos es justo. Mientras, yo me desespero. La paciencia, como ya he comentado en alguna otra ocasión, no es mi punto fuerte. Me cuestiono, incluso, si la persistencia es una virtud o más bien un defecto. Yo me considero una mujer muy tenaz, pero a veces me dan ganas de tirar la toalla porque me quedo sin fuerzas y sin energía. En esos momentos es cuando miro al cielo y le guiño un ojo a Dios. La fe mueve montañas y todo llega. Si Dios no para de dar vueltas algún día, en algún momento, se apeará en mi estación y seguro que llegamos a un acuerdo.

domingo, 11 de julio de 2010

LA GENTE QUE ME GUSTA

"Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe.
Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido".
Mario Benedetti

domingo, 4 de julio de 2010

THE GOONIES

Hace muchos años que vi esta película por primera vez. Hoy la he vuelto a ver y no he parado de reir durante todo el rato. He recordado de manera extraordinaria aquellos años en los que iba al cine con mis amigas, cómo éramos entonces y cómo somos ahora. Suelo transportarme al pasado con tanta facilidad que luego me cuesta volver al presente. Cada vez que escucho una canción o veo una película, cuando percibo un olor o visito un lugar. Los recuerdos son maravillosos. No estoy de acuerdo con los que opinan que el pasado hay que soltarlo para atrapar el presente. Pienso que el pasado es un gran maestro y no debemos ignorarlo.
Esta película me ha hecho llorar de la risa. Me ha transportado a mi infancia y me he acordado de mis amigas, las he visto con sus vestidos y peinados y cada vez me reía más. Tengo que acordarme de llamar a Cristina para contárselo. Seguro que ella también se acuerda de aquellos maravillosos años...

miércoles, 9 de junio de 2010

SIN CORRECTORES NO HABRÍA ESCRITORES


Los correctores profesionales estamos preocupados por un tema que se nos escapa de las manos. Si bien es cierto que si todas las personas escribieran a la perfección no tendríamos trabajo no deja de sorprendernos el alto porcentaje de faltas de ortografía que se suceden en un escrito no superior a las 400 palabras.
Los correctores tenemos la obligación de permanecer atentos ante cualquier cambio que la RAE impone y unificar nuestros textos debidamente, argumentando el criterio que hemos seguido en base, indiscutiblemente, a cómo lo contempla la Academia, que en los últimos años está haciendo considerables cambios aún no sé por qué. Yo creo que se aburren, pero sólo es una opinión.
El estilo es algo muy personal pero la ortotipografía brilla por su ausencia en la gran mayoría de artículos escritos, incluso, por profesionales de nivel. Estoy cansada de leer artículos de abogados, médicos y periodistas con un sinfín de faltas de ortografía, algo que me horroriza y me preocupa porque si profesionales de esa índole no saben escribir correctamente apaga y vámonos.
Sin ir más lejos, grandes escritores como Camilo José Cela y muchos otros apenas sabían escribir. Y yo me pregunto: ¿dónde está el mérito? Quiero decir que uno puede tener una imaginación brillante para desarrollar una historia pero el trabajo puro y duro, quien le da forma a esa historia es el corrector, el más olvidado de todos y al que no se le reconoce su trabajo porque permanece en la sombra. Injusto, cuanto menos.
Aunque corra en mi contra propongo que revisen sus textos antes de enviarlos o publicarlos. Es lamentable que profesionales como médicos, periodistas, arquitectos, personas cualificadas en general mal escriban sin considerar que quienes les leen aprenden de ellos.

lunes, 31 de mayo de 2010

LOS MOMENTOS NUNCA SE QUEDAN

En realidad la vida se compone de momentos. Me hacen gracia las personas que se adjudican un estado de felicidad o fatalidad permanente.
La felicidad no es un estado inalterable, así como tampoco lo es la fatalidad.
Todo está continuamente en movimiento y nada es para siempre. De lo que se trata es de aceptar las reglas del juego y no enfadarse cada vez que se pierde.
Personalmente, no soporto el victimismo ni la debilidad. El mundo no está hecho para cobardes ni vulnerables, al menos la sociedad que entre todos hemos constituido. Somos lo que somos y tenemos lo que tenemos porque así lo hemos decidido. Hay decisiones que se convierten en grandes aciertos pero hay otras que nos llevan de cabeza al precipicio y luego nos lamentamos y, a veces, culpamos a los demás de nuestros errores. Sería mucho más fácil y llevadero asumir de una vez por todas que los únicos responsables de nuestra vida somos nosotros mismos y no los demás. Culpar al resto de una situación injusta me parece un gesto de cobardía y egocentrismo desmesurado, ya que cualquier reacción ajena es consecuencia de una actitud nuestra. Esto es así, mire como se mire.
¡Ah claro! Siempre está el típico compañero de trabajo que por envidia te pone la zancadilla. Pues hasta en ese caso la culpa es nuestra. Seguro que si fuéramos más inteligentes y jugáramos con psicología no se daría el caso. Para triunfar hay que ser buen estratega. Me revienta reconocerlo porque yo soy de las que se deja llevar por el corazón y me encantaría que todas las personas fueran nobles y honradas, pero por desgracia no es así, de modo que juegas tus cartas de puta madre o estás vendido.
Para llegar a esta conclusión he tenido que pasarlas de todos los colores. Alguien me dijo una vez que entre el blanco y el negro hay una escala de grises que no contemplaba... Tenía razón, como siempre. Soy mujer de extremos, qué le vamos a hacer.
El caso es que ahora que tenía un momento me ha venido a la mente uno de mis pensamientos extremos y, para mi asombro, a medida que escribía me convencía de que el tiempo me ha hecho más tolerante. Como empecé diciendo, todo es cambiante.

miércoles, 12 de mayo de 2010

ANTONIO VEGA

Hoy se cumple un año de tu muerte y te sigo echando de menos.
¿Qué te voy a decir que no sepas? Acabo de ver un vídeo tuyo y he llorado. Estoy pensando que un día de estos escribiré una canción para ti. Seguro que te gusta.
Estés donde estés ven conmigo cuando te piense, cógeme de la mano y escribamos algo bonito. Cuando la emoción me paraliza sólo otra más grande consigue activarme. Hoy te pienso de manera diferente que otros días. Te imagino a mi lado, sonriendo y dictándome lo que tengo que escribir. Me dices que no escriba más, que descanse y que espere respuestas. Pero mientras llegan pregunto y sigo preguntando. La paciencia no es mi gran virtud. Algún día, cuando las agujas de los relojes señalen hacia el infinito y las hojas de los calendarios vuelen libres como tú vuelas, cuando la gente camine mirando el cielo y busquen el sitio de su recreo, entonces, sólo entonces sabré que sé más de lo que sé ahora.
Hoy me dormiré escuchándote. Intentaré no llorar pero no te prometo que lo consiga. Me enterneces tanto que me quedo sin voluntad y sin dominio. Pero por ti merece la pena.

lunes, 10 de mayo de 2010

SÓLO NECESITO UN MOMENTO

Ahora que tengo un rato escribo lo que me pasa por la mente.
No sé por qué pero estoy inquieta, como si algo inminente me fuera a suceder. Si es bueno o malo no lo sé porque está visto y comprobado que la vida es una caja de sorpresas de la que no se libra nadie. Aunque, sinceramente, pensándolo mejor espero que lo que vaya a ocurrir me llene de alegría. Hoy es uno de esos días en los que la impaciencia le puede a mi lado racional. Tengo prisa por averiguar qué es lo que va a ocurrir. Tecleo muy deprisa como siempre que estoy nerviosa, no paro de dar vueltas y de mirar mi teléfono a cada instante. No me concentro y eso consigue alterarme aún más. Respiro hondo, cierro los ojos y cuento hasta diez. Ahora los abro y sigo escribiendo con la misma sensación que cuando empecé. Tengo que seguir escribiendo y no en mi blog, precisamente.
Las letras pueden hacerse pesadas y aburridas. Confieso que adoro la literatura pero reconozco que el trabajo de escritor tiene un lado dulce y otro amargo. Cuando lo que tienes que decir no te gusta pero debes decirlo, cuando quieres expresar algo pero no encuentras la manera porque tienes ocupada la mente en otras cosas, cuando el oficio es por encargo y, por consiguiente, poco creativo.
Cojo aire de nuevo y cierro los ojos. Inclino la cabeza hacia los lados, primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda. No cruje nada. Las contracturas están controladas. Puedo seguir escribiendo.
" Mi nombre es Meritxell y estoy espesa. Decididamente, me daré un descanso.
Mañana las letras volverán a presentarse radiantes como de costumbre y me inundarán con su elegancia y encanto. Mañana será otro día, mañana..."

domingo, 28 de marzo de 2010

REFLEXIONES Y CONCLUSIONES

Ayer fue un día agradable.
Quedé para comer con un amigo y charlamos sobre cuestiones muy interesantes. Intentamos arreglar el mundo y, pese a que no conseguimos ordenar todo lo que nos inquietaba, llegamos a una conclusión convincente: arreglémonos en primer lugar nosotros y olvidémonos del resto. Cuando tú estás bien todo está en orden, ya que la percepción cambia notablemente. Si uno está feliz apenas percibe los problemas. Es la mejor fórmula para andar por el mundo sin que las malas ondas te alcancen.
La cuestión es que los factores externos son los que condicionan nuestro estado de ánimo, con lo cual disociar es ardua tarea. Sólo las personas pragmáticas y racionales pueden hacerlo, por norma general. Las que somos sensibles tenemos serias dificultades para sobrevivir sin dejar que lo ajeno nos afecte. Un claro ejemplo es la situación de crisis que estamos viviendo actualmente. Al parado le preocupa el desempleo, al enfermo la salud y al enamorado el objeto de su amor. Sin distinción, a cada uno le preocupa lo suyo y un poco de lo de los demás. La vida es esto, y como sólo tenemos una hay que vivirla de la mejor manera.
Conversamos sobre muchas cosas, pero el tema estrella fue el AMOR. Cómo no... siempre acabamos hablando de los mismo porque los seres humanos nos movemos por sentimientos, sean del tipo que sean. Yo no soy partidaria de filosofar sobre este asunto, pero reconozco que me es útil para conocerme mejor en este aspecto. Hablamos sobre el orgullo, los celos y las diferencias en la pareja. Los celos no son otra cosa que el resultado de la propia inseguridad y el reflejo de nuestro comportamiento más instintivo. Es decir, si tú crees que tu pareja te es infiel cuando no hay datos objetivos que demuestren que así sea es por dos motivos fundamentalmente:
- Porque tú potencionalmente lo eres.
- Porque tienes la autoestima por los suelos.
Es entonces cuando se corre el peligro de que tus sospechas y tus miedos se hagan realidad, ya que tu actitud y comportamiento ha alejado a la otra persona de tu lado.
Como mi amigo está pasando por una etapa de celotipia fuera de toda lógica, le propuse un juego. A simple vista parece una chorrada, un juego de niños, pero que en un momento dado funciona, al menos te impide reaccionar impulsivamente.
Saqué del bolso una pequeña libreta y le di un bolígrafo. Le sugerí que anotara en una lista las cosas positivas que le aportaba su pareja y al lado otra con las cosas negativas. Como era de esperar, la lista de cosas positivas superó con diferencia a la de las negativas, que no eran reales, sino que provenían de su imaginación. Respiró aliviado y reconoció que tenía que cambiar de actitud si no quería perder a su pareja.
Cuando se está enamorado todo es confuso. Es difícil hacer funcionar la cabeza, pero hay que esforzarse y bajar de las nubes durante unos minutos al día. Sin embargo, reconozco que a mí me ha pasado. He aprendido a controlarme porque a medida que voy madurando contemplo las cosas y siento de manera diferente. Y eso no significa que mi amor sea menos auténtico, sino que es más generoso porque permito que la otra persona decida si quiere estar conmigo o no. Cuando siento algo especial por alguien procuro no atosigarle, no le exijo ni le comprometo. Pero contemplo, analizo y sopeso. Si me gusta alguien de verdad y llego a la conclusión de que él no siente lo mismo por mí me voy. No es un acto de orgullo ni de celos, sino de generosidad.

jueves, 25 de marzo de 2010

ABORTAR ES ASESINAR

Después de ver unas imágenes durísimas de abortos me voy a dormir súper triste. No entiendo cómo hay personas que están a favor del aborto alegando razones como el derecho de igualdad y argumentos contradictorios sin fundamento. Cualquier persona con un mínimo de sensibilidad se estremecería al ver las imágenes del siguiente vídeo. Pero miran hacia otro lado, no les interesa cambiar de opinión porque los tiempos no inducen a ello. Ahora la moda se impone a la ética y ser progre equivale a no tener sentimientos ni escrúpulos. No es necesario tener creencias religiosas para posicionarse en contra del aborto, es una cuestión de humanidad, de sensibilidad y de moral. El egoísmo y la crueldad no se pueden justificar de ninguna de las maneras, máxime cuando existen en el mercado gran variedad de métodos anticonceptivos para no tener que llegar al extremo de acabar con una vida humana.

viernes, 19 de marzo de 2010

UNA COCACOLA DE BOTELLA, EN VASO DE TUBO, CON UN HIELO Y UN LIMÓN

Y me quedo tan ancha. Porque la cocacola no se sirve de cualquier manera.
No señor, a los que nos gusta disfrutar de este refresco tan común y a la vez singular -si no tengo mal entendido antes de comercializarse como bebida se creó como jarabe- no se nos puede presentar de cualquier forma. No es lo mismo en un vaso de tubo que en un vaso convencional, no tiene el mismo sabor si es con un hielo que si es con más, y si le falta el limón le falta la gracia. Parece una manía pero no lo es. Los cocacolainómanos somos muy especiales para esto. Yo cuando estoy en casa me la sirvo hasta con una aceituna pinchada en un palillo.
El otro día, mientras desayunaba en una cafetería en el Paseo de la Bonanova se acercó una chica a la barra y le pidió al camarero una cocacola como Dios manda. Hasta ese momento pensaba que yo era la única persona en el mundo que pedía la cocacola en vaso de tubo, con un hielo y un trocito de limón. Me sorprendió y me hizo gracia. La chica era un poco pija, bueno... bastante pija. Eso me dio que pensar: ¿seré yo una pija? Luego llegué a la conclusión de que no iban por ahí los tiros. Una cosa es ser pija (o gilipollas, que para el caso es lo mismo) y otra muy diferente tener clase y personalidad propia. Los pijos son todos iguales, piensan lo mismo, hablan de lo mismo y siguen la moda. Las personas con clase no siguen patrones de conducta, son como son, auténticas y fieles a sus principios. Ésa es la gente que me gusta.

sábado, 6 de marzo de 2010

UN MOMENTO ROMÁNTICO

Uno de esos... de los que llegan, desaparecen por un tiempo, luego regresan y, si son verdaderos, se quedan para siempre. Los momentos, sean del tipo que sean, viajan en la maleta del tiempo. Hay que tener cuidado de no perderla.


sábado, 27 de febrero de 2010

VICIOS ANCESTRALES

Recomiendo un libro que he leído esta noche de un tirón: Vicios ancestrales.
Aconsejo su lectura a todos los apasionados de la literatura divertida.
La historia comienza el día en que un magnate inglés decide dar rienda suelta a su retorcida maldad para dirigirla nada menos que contra sus propios parientes y socios de la multinacional que él preside. Para ello utilizará los servicios de quien en teoría es su principal enemigo, un profesor universitario de ideología izquierdista y notable ingenuidad para las cosas de la vida, a quien encarga la redacción de una historia de su familia. Pero si el arranque ya es disparatado, el desarrollo será la locura. La silla de ruedas automática con la que se desplaza el viejo Lord Petrefact adquirirá vida propia; el catedrático se sentirá estimulado eróticamente por una subnormal que adorna su cocina con fotos de hombres musculosos; alguien cometerá un crimen involuntario y todos los indicios señalarán a un inocente. Y esto no es más que un breve resumen de la serie de dislates que se suceden en esta historia de venganzas maquiavélicas y pasiones reprimidas, de confusiones y tropiezos, caídas y desastres, en la que Tom Sharpe demuestra encontrarse en plena forma, tan capaz como siempre de tejer la trama más descabellada y conducirla hasta el más rocambolesco final.
..." Por un lado, esa sexualidad se expresaba a base de ciertos sentimientos delicados y cierta devoción distante, inspirados los unos y la otra por algunas mujeres que ya estaban casadas y que ni se fijaban en él. Por otro, tenía unas manifestaciones más siniestras: una auténtica erupción de fantasías e irreprimibles ensoñaciones diurnas en las que se veía haciendo cosas, y dejándose hacer otras, tan notablemente sensuales que luego sentía terribles culpas y hasta sospechaba que quizá fuese un perverso. En pocas palabras, Walden Yapp tenía treinta años, pero en los asuntos sexuales era como si todavía estuviese en la pubertad.
Como antídoto contra estas fantasías incontrolables trabajaba más que nunca y, cuando la tensión era insoportable, cedía a lo que él llamaba el vicio onanista, de acuerdo con la terminología que le habían enseñado. Por suerte, como miembro del seminario que trataba de la Discriminación sexual en la Industria Algodonera, 1780-1850, había leído algunas cosas de R.D. Laing, y fue para él muy tranquilizador comprobar allí que, según este eminente psicólogo, la masturbación podía ser para algunos individuos el acto más honesto del que eran capaces. Aunque lo cierto es que no quedó convencido del todo. El individualismo entraba en conflicto con sus opiniones colectivistas, y a pesar de ciertos malabarismos semánticos de Doris, quien afirmó que en la masturbación se podían combinar las dos tendencias, Yapp estaba seguro de que para la plenitud humana eran necesarias las relaciones interpersonales, preferiblemente llevadas a cabo en plan comunitario. Sus instintos eran, sin embargo, de otra opinión, y seguían empeñados en emerger hasta su conciencia con sus solitarias y desconcertantes erupciones.
Y así, tendido en la cama, y libre de la presencia real de las abundantes carnes de Mrs. Coppett, que tanto le habían asustado, su imaginación transformó a Rosie en la apasionada criatura de sus fantasías. De hecho, Mrs. Coppett se parecía muchísimo a su amante imaginaria, sobre todo por su falta de inteligencia. Yapp estaba perplejo ante esta particularidad de sus sueños. Si bien adoraba desde lejos a ciertas mujeres inteligentes y de gran moralidad, su lujuria despertaba más bien ante la imagen de mujeres maduras y desprovistas de intelecto. Mrs. Coppett encajaba perfectamente en este modelo. Yapp imaginó que estaba acostado con ella, que le besaba sus enormes pechos, que los labios de ella se apretaban contra los suyos y que la lengua de Mrs. Coppett...
Yapp se sentó en la cama y encendió la luz. No podía ser. Debía poner freno a estos sueños irracionales. Buscó a tientas la carpeta que contenía la correspondencia familiar que Lord Petrefact le había enviado, e intentó con ella exorcizar aquellas imágenes, pero Mrs. Rosie Coppett, como si fuese un maravilloso súcubo, no desapareció. Al final Yapp lo dejó correr, apagó la luz y trató de actuar con toda la honestidad posible. Pero de nuevo se encontró con un problema. La cama crujía tan rítmicamente que le impedía concentrarse en lo que estaba haciendo sin sentirse turbado, y también acabó dejándolo estar. Hasta que por fin cayó en un sueño agitado, y a la mañana siguiente despertó con la sensación de que le ocurriría algo extraño"...

lunes, 15 de febrero de 2010

ANDY GIBB, OTRO GRANDE

Si tuviera que describir mi vida con canciones ésta sería una de ellas.
Cada vez que la escucho se me hace un nudo en la garganta. Por nada en particular, sólo porque me emociona, de modo que ha estado presente, está y lo seguirá estando siempre. La música es cómplice, amiga o enemiga, depende del momento.
Enciendo un cigarro, reflexiono unos segundos, quién me ha visto y quién me ve...
Me levanto, bebo un vaso de agua, sabe a pasta dentrífica porque me acabo de lavar los dientes, deslizo la yema de mis dedos por el contorno de mis ojos, suavemente, la crema nutritiva sigue en su sitio. Me siento de nuevo, me pongo las gafas, leo lo que he escrito y decido que es publicable. La canción me envuelve y me duermo con ella. Me está entrando sueño, ya acaba, la dejo aquí y me voy a la cama.


NOCHE DE MÚSICA

Será porque el viernes por la noche estuve de fiesta, bailando hasta las cuatro de la madrugada, que todavía llevo el ritmo en el cuerpo. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien, aunque mis pies no opinan del mismo modo.
Me llevaron a un sitio donde sonaba música de los ochenta y la gente te saludaba como si te conocieran de toda la vida. Como era carnaval había que ir disfrazado. Improvisé un traje el día de antes. Fui de gata, pero parecía un putón. Medias tupidas de color negro, top del mismo color, un rabo que me salía de la parte trasera y unas orejas hechas de cartulina. Me pinté los ojos más negros que de costumbre, unos bigotes y los labios de color rojo. Rojísimos. Como soy bajita, no me quedó más remedio que ponerme unos zapatos de tacón.
El resultado: una gata dispuesta a cazar ratones. Al menos ésa es la sensación que daba porque algún que otro gracioso me susurró al oído: ¿quieres que sea tu ratoncito? Pero la gata no se comió ningún roedor. El plan era otro.
Esta canción de los Eagles es una de mis favoritas. Tuve la suerte de asistir al último concierto que ofrecieron en Barcelona. Realmente espectacular. Inolvidable.
Durante algunos años Timothy B Schmit (el de la melena) fue mi amor platónico. Y eso que a mí me gustan los calvos, pero en aquel entonces me daba morbo. Tiene pinta de ser tierno y salvaje a la vez, de los que te hacen el amor con pasión y delicadeza al mismo tiempo... A estas alturas puedo expresarme libremente y hablar de estos temas con total naturalidad, pienso. Nadie se asustará de que una mujer sienta deseo y tenga una fantasía sexual. Pues mi fantasía era pasar una noche de lujuria y pasión con él. Como es obvio, no fue posible. Aunque si me hubiera conocido, porque en el concierto había mucha gente -todo hay que decirlo-, seguro que habría caído rendido a mis pies. Me habría puesto el traje para la ocasión, el de gata. Ése y el que hubiera hecho falta.
Espero que vuelvan pronto a Barcelona porque no faltaré a la cita. Si estoy sin compromiso salto al escenario, pero si tengo pareja los saltos me los reservo para la intimidad. Fidelidad ante todo.

sábado, 13 de febrero de 2010

¿ASÍ SOY YO?

Publico un documento un tanto curioso que me han enviado.
Lo he leído con atención y me ha hecho reír. Puede que haya algo de cierto...

"La mujer Libra
Y así continuó, tomando primero un partido
y después otro, y haciendo de todo ello
una verdadera conversación...
Generalmente le daba excelentes consejos
(aunque ella misma rara vez los siguiera)...
Una vez un niño me hizo una pregunta que no era fácil de responder. Quería saber por qué las señoras se ponen pantalones y los hombres usan agua de colonia gratamente fragante. Con mi típico estilo Aries, le tranquilicé con una respuesta impulsiva.
-Mira -le dije rápidamente, antes de que se le ocurrieran más interrogantes fastidiosos-, eso es porque en cada hombre hay un poquito de mujer, y en cada mujer un poquito de hombre. Ahora, vamos a jugar a las damas.
Retrospectivamente, me enorgullezco bastante de mi instantánea sabiduría marciana. La afirmación es válida hasta cierto punto para todos los signos solares, y superválida para Libra. En el más viril y recio de los varones Libra encontrarás algún rasgo del sexo opuesto, y la misma jugarreta le hace Venus a sus compañeras femeninas.
Libra puede ser tan delicada como un vaporoso conejito blanco, y su voz un dulce susurro persuasivo. Puede vestirse con sedas y encajes, y llevar el pelo fragante de colonia. Hasta puede parecerte una muñequita que podrías levantar con una mano (aunque un ascendente Tauro o Sagitario la haría bastante más pesada). Pero con toda su feminidad, la dulzura de sus modales y el encanto de su gracia, esta muchacha se encuentra sorprendentemente cómoda usando pantalones, y le caen perfectamente. Sus procesos mentales siguen una lógica masculina y, en cualquier discusión que se te ocurra emprender, pueden estar a la altura de los tuyos, y hasta superarlos ocasionalmente... aunque el aspecto femenino de Libra es, generalmente, demasiado astuto para permitir que te des cuenta de eso hasta no haber pasado sana y salva la meta de la luna de miel. Durante la estación de conquista Libra se cuidará muy bien de ganarte una partida de ajedrez, pero no se pasará la vida manteniendo su agudeza mental oculta tras los graciosos hoyuelos. En algún momento te verás enfrentado con el despliegue de su potencia cerebral.
La mayoría de las mujeres Libra sacarán a relucir su ingenio tan pronto como se presente un tema que ofrezca la menor posibilidad de discusión. Puede ser cualquier cosa: por qué no debes usar cuello con botón, o qué es lo que pasa para que no te asciendan en el trabajo. (Respecto a esto último, ella pensará que es en parte por culpa tuya, y en parte de tu jefe. Con Libra, cualquier cosa termina siendo seis de un lado y media docena del otro, de modo que todo resulte igualado.) Si te niegas a morder el anzuelo, ella discutirá consigo misma. Una chica Libra es capaz de empezar sola un altercado, de seguirlo sola y terminarlo sola, majestuosamente. Es posible que tu única contribución sea un: pero, ¿por qué? o a mí no me lo parece… pero en ocasiones es todo lo que ella necesita para lanzarse a un brillante monólogo que puede durar una hora, o más. Mientras dure, sin embargo, es probable que tú te sientas inundado por su encanto. Cada tres frases, más o menos, se encenderá esa deliciosa sonrisa, insoportablemente, hasta que termines cambiando de opinión con tan poco esfuerzo como ella cambia de sexo al asumir las prerrogativas del hombre para después convertirse de nuevo en una conejita mimosa. Te convencerá con lógica, pura y clara, sin que tú pierdas mucho, a no ser tu orgullo, que tampoco echarás demasiado de menos, bajo el hechizo de esa fascinante sonrisa. Y por lo general tiene razón, porque sus decisiones son tan cuidadosamente sopesadas como las del Tribunal Supremo. Las mujeres Libra no necesitan que se las empuje mucho para poner en marcha una comparación verbal entre dos puntos de vista cualesquiera. Una temporada de actividad política le dará montones de oportunidades para aguzar su retórica y pulir su talento discursivo. Es muy capaz de trabajar en política, una vez que haya decidido qué partido y qué candidato la convencen.
Aparte esa tendencia típica de su signo a pesarlo todo dos veces para estar segura de no equivocarse, puede ser una mujer estupenda para un hombre que se sienta atraído por el amor, el compañerismo, o ambas cosas. Su tendencia a discutir se basa en un sincero deseo de llegar a una decisión imparcial. Podría ser peor. Por lo menos, no va estableciendo sobre la marcha sus propias reglas, ni se resiste obstinadamente a todo razonamiento, como las mujeres nacidas bajo otros signos solares. Además, la mayoría de sus opiniones van formuladas con un tacto diplomático que en alguna medida suaviza el golpe.
Tal vez la mejor manera de hacer que valores a tu mujer Libra sea darte un rápido panorama de lo que pasaría con los otros signos solares en una situación simple. Supongamos que se está hablando de tarjetas de visita. ¿Habría que usarlas actualmente, o están ya anticuadas? Además, ¿qué aspecto deberían tener? Hagamos un rápido recorrido del zodiaco, suponiendo que tú eres el único hombre en una habitación, con doce mujeres. (Espero que te resulte una suposición agradable.) La discusión sería más o menos en estos términos:
Aries: Yo no las necesito. Me basta el teléfono.
Tauro: Yo rara vez voy de visita. A mí me visitan.
Géminis: ¡Tarjetas de visita! ¿Quién tiene tiempo para eso?
Leo: Bueno, si fueran realmente muy locas y de aspecto impresionante...
Virgo: Tendré que ver en el Consejero Social qué es lo que dicen...
Sagitario: ¡Ay Dios! ¿Queréis decir que la gente todavía encuentra tiempo para esas minucias?
Escorpio: Si no están en casa, peor para ellos. Los que se lo pierden son ellos, no yo.
Acuario: Pero, ¿estará lloviendo fuera? Me pareció que oía un trueno.
Cáncer: Las tarjetas son tan impersonales... Yo prefiero dejar una nota.
Piscis: Yo percibo siempre cuando no está la gente, y las visito únicamente cuando por un mensaje subliminal se que me quieren ver.
Capricornio: La costumbre es correctísima, pero no tiene ningún sentido hablar del diseño. Si no está impresa, no es una tarjeta de visita.
Libra: Bueno, todo depende, si uno quiere hacer lo que es correcto, hay que tener tarjetas. Como gesto es encantador. Por otra parte, en nuestros tiempos podría parecer rebuscado usarlas, y una mujer moderna está demasiado ocupada para preocuparse por esas cosas. Claro que hay que considerar las razones que hay tras la costumbre. Y además, hay gente para quien las tarjetas son un lujo; si constituyen una carga para el presupuesto, no son necesarias. Sin embargo, si uno lo mira desde otro ángulo, no se puede dejar de pensar que en nuestro ritmo frenético actual faltan la belleza y la gracia del ayer, así que podría ser un dinero bien gastado. Y claro que tienen que ser impresas, aunque también algo diferente podría reflejar la personalidad individual. Una persona creativa podría diseñar sus propias tarjetas... pero la gente muy sociable podría interpretar mal esas tarjetas tan individualistas. Quiero decir que a los Rockefeller no les parecería bien. Pero, si uno lo piensa, ¿quién va a visitar a los Rockefeller? A los amigos de uno les encantaría que uno fuera original, pero es probable, que una impresión simple sea más aceptable. Por lo menos es lo que a mí me parece. Pero claro que...
Ahora, cuando ya ha examinado todos los pros y los contras, frunce un poco el ceño, esforzándose por elegir entre sus propios argumentos para llegar a una decisión firme y válida. Ya ves que lo único que se puede decir de Libra es que es justa y que procura llegar en todo a un juicio equilibrado. Es posible que te aburran un poco sus digresiones sobre temas tan mundanos como las tarjetas de visita, pero cuando se trate de algo que realmente importa, apreciarás sinceramente sus esfuerzos por ser justa y su capacidad de dar un juicio correcto después de haber sopesado todos los factores. Otras mujeres pueden dar cualquier opinión que no refleja más que su naturaleza individual, y tampoco les importa mucho lo que pienses tú o la exactitud de la respuesta. Para una mujer Libra, eso de que lo que ella piensa es lo que está bien, no es válido. Tu opinión es tan digna de respeto como la de ella y la de Platón, mientras no se tome una decisión, tras haber llegado a la conclusión de las imperfecciones de los argumentos de ella, de los tuyos y de los de todos los filósofos.
La mayoría de las chicas Venus trabajan antes y después de casarse. Buscan el dinero por las cosas bellas que con él se pueden comprar. Las aves de Libra necesitan montones de hermosas plumas para su suntuoso nido. Les gusta la ropa buena, los perfumes caros, la música clásica y... ¿no había dicho alguien que Libra era masculina? Sí, yo. Es un aspecto de ella. Pero cuando la veas con esos peinados tan bonitos, apenas si advertirás que es tan cabeza dura. Las mujeres Libra necesitan grandes sumas de dinero, sobre todo para poder alejarse de la sordidez y la fealdad de ambientes discordantes, que de hecho pueden llegar a hacerles caer enfermas, emocional y físicamente. Pero hay otra razón para que trabajen, otra razón para que Libra quiera dinero: su hombre. Si hay una cosa que Libra atesora por encima de todas en este mundo temporal, es el hombre a quien decidió amar, honrar y domesticar.
No puede jugar sola y, tanto en los negocios como en el amor, las sociedades constituyen su más autentica necesidad. No le gusta trabajar sola, y es literalmente incapaz de vivir sola. Cuando visitan a un astrólogo, a las mujeres Libra no les interesan, realmente, más que dos preguntas: Si no es una, es siempre la otra. Ya sea: ¿Cuándo conoceré a alguien a quien realmente ame? o bien: ¿Cuándo encontraré a alguien con quien establecer un negocio? Para ella el matrimonio es una empresa conjunta, y las reglas son casi tan estrictas como las de una organización corporativa. Tú eres el presidente de la asociación y recibes los honores de tal. Ella es la presidenta del Consejo de Administración, la que a su manera, femenina y protectora, impedirá que tú cometas errores. Su naturaleza está hecha para el trabajo en equipo, y querrá participar en la mayor cantidad de intereses y actividades tuyos que le sea posible. De buen grado abrirá su casa a los invitados de su marido, y es lo bastante femenina como para seguirle cuando él decida cambiar su profesión, mudarse de ciudad o cultivar nuevos amigos. Todo eso es especialidad de ella, que está ahí para allanar el camino y asegurarse de que él no lo eche todo a rodar con alguna acción impulsiva o un juicio mal meditado.
Realmente, tendrás que darle crédito. La mujer típica de Libra no tiene deseo alguno de ser una piedra al cuello de su marido; más bien desea apartarle las piedras del camino. No es, ni con mucho, tan dominante en la superficie como lo es por dentro, porque lo último que puede querer Libra es formular una serie de afirmaciones de las cuales tú pudieras hacerla responsable más adelante. En la mayoría de los casos, pisará con suavidad.
Por término medio, las mujeres de Libra son muy intelectuales y están dotadas de sorprendente poder para el análisis, que te puede ser realmente útil para ayudarte a resolver problemas de negocios. Libra rara vez deja que sus emociones le impidan llegar a una decisión desapasionada o a un punto de vista equilibrado, y por lo general podrá asesorarte mejor que tu banquero. Naturalmente, su capacidad en esos aspectos puede llevarla a suplir a muchos, y no solo eso, sino que si es una muchacha típica de Venus ofrecerá las perlas de su sabiduría en la bandeja de plata de su encanto y de su amabilidad para la sugerencia. Su mano de hierro calza leve guante de terciopelo, y es tan suave el codazo con que puede apartarte del mal camino para reencauzarte por el bueno que podrías jurar que el cambio fue idea tuya. Normalmente, un hombre Aries, Escorpio, Leo o Tauro levantará un pedestal a su mujer Libra, para adorarla. Y no hace más que justicia, porque ella también le adora. Las visitas que lleguen al nido de amor de una joven Libra felizmente casada tendrán la sensación de encontrarse frente a Adán y Eva, antes de que se les apareciera la serpiente, y lo estropeara todo. (Dos personas Libra, si se casan, se convertirán invariablemente en arrullantes palomas o en adversarios que se muestran los dientes. Se irán a un extremo o al otro ya sea en forma permanente o alternada.)
Son muchas las gratificaciones que se derivan de la convivencia con una mujer Libra. Jamás te abrirá las cartas, porque simplemente no se le ocurriría semejante vileza. Jamás revelará tus secretos comerciales a los amigos ni te pondrá en situación incómoda en presencia de tu jefe. Es posible que su encanto lo someta a él también, con esa misma sonrisa que le sirvió para derretir tu corazón la primera vez que la viste. Hay algunas mujeres Libra, con posiciones desfavorables de Marte, que en ocasiones pueden permitirse excesos emocionales, o bien comer y beber más de lo que les conviene, pero son muy, muy escasas. Aunque alguna que otra vez una de ellas pueda dar un traspié con su balanza, tarde o temprano volverá graciosamente a su estado normal de celeste armonía. Habrá momentos en que te preguntarás si es un ángel o un demonio, pero lo más frecuente es que sean los ángeles quienes juegan de su lado.
Probablemente, no te quejarás por falta de demostraciones físicas de su amor, porque es tan sentimental como el encaje antiguo, y tan afectuosa como tiene derecho a serlo cualquier mujer. Aunque sus mimos y arrullos sean sinceros, esas miradas dulces, la ternura de la caricia, el abrazo cálido y la profusión de besos también son una cortina de humo bastante efectiva para su oculta tendencia masculina. No hay ley que diga que la sinceridad no pueda tener aplicación práctica.
Es posible que tu hogar parezca uno de esos anuncios de las revistas, con un alfombrado de pared a pared. Los colores estarán armonizados y los muebles serán de buen gusto. Los cuadros colgarán derechos, y generalmente las comidas se servirán a la hora en punto. Con la mayoría de las chicas de Venus puedes contar también con: servilletas de hilo, platería sellada, velas encendidas, vino, buena música y un menú equilibrado. Si tienes en cuenta la claridad de su mente y lo chispeante de su ingenio, realmente no puedes pedir mucho más. Para Libra, ser mujer es una especie de trabajo de dedicación exclusiva y dura toda la vida, y en algún momento alcanzará la perfección. Será raro que ese aspecto masculino de su voluntad te resulte molesto, a menos que seas uno de esos machos imposibles que quieren andar por ahí gritando como el rey Enrique VIII, y que esperes que las mujeres de tu vida se conduzcan como consortes obedientes y temerosas de perder la cabeza si se les ocurre decir algo más que sí o no. Tu cónyuge Libra, decididamente, dirá algo más que sí o no, porque le gusta hablar. Pero también sabrá halagarte escuchándote, cuando tengas necesidad de un público bien dispuesto. Es a la vez dulce y fuerte, y no son muchas las mujeres que pueden hacer con éxito un número de tan delicado equilibrio.
La suavidad de sus modales y su serena capacidad para refrescarte la frente con calentura pueden hacerte pensar que Libra es débil y desvalida, o que se mostrará temblorosa y femenina en momentos de crisis. En ese caso te equivocas de medio a medio. En la composición de su delicada feminidad entran nueve partes de acero. El hecho de que el detalle se te haya escapado cuando ella, valiente y astuta, se esforzaba por hacerte morder el anzuelo durante aquellas primeras partidas de ajedrez en que siempre se dejaba ganar, no es motivo para que sigas toda la vida ciego. La próxima vez que se produzca una situación de emergencia en la familia, abre bien los ojos y ya verás quien es la que mantiene la estabilidad del barco. En realidad, quiero decir. No es necesario que la verdad te despoje de tu hombría. Nadie más que tú sabrá cuanto necesitas la ayuda de su mano en el timón, cuando las cosas se ponen difíciles. Ella jamás se jactará de lo que hace ni te privará de nada, a no ser de buena parte de la responsabilidad. Da gracias de que sea tan de fiar. Además, ¿no está realmente guapa con sus pantalones, cuando se ocupa del jardín o va al supermercado? Las mujeres con pantalones están muy bien, siempre y cuando tengan la sensatez suficiente para ponerse organza y volados en las fiestas, y sedas crujientes en la intimidad. Y ella la tiene. Una de sus cualidades más valiosas es su capacidad de esconder su mentalidad rápida y aguda tras una increíble feminidad.
Una madre Libra amará y cuidará tiernamente a sus hijos, pero... ¿la verdad?, ellos irán después que tú. Son los socios minoritarios, pero tú eres el presidente de la compañía, y eso es un hecho básico que Libra jamás olvidará. Les dará un gran trozo de su corazón, pero jamás dejará que se adueñen del rincón que te entregó a ti antes de que ellos llegaran. Si con sus juegos perturban tu descanso, puede mostrarse muy estricta, y si te desobedecieran se enojaría más que si la desobedecen a ella. De pequeños, tus hijos serán dulces y limpios, y pulcros y corteses de adultos... si es que tú no los echas a perder, a lo que ella no se opondrá porque el dueño y señor eres tú. No es más que otra de esas decisiones que posiblemente dejará en tus manos para no correr ella el riesgo de equivocarse. Las madres Libra, generalmente dulces, pueden ser firmes cuando es necesario. Nunca descuidarán a sus hijos ni los ignorarán, pero la verdad es que si Libra decidió ser madre, fue ante todo para darte a ti más felicidad. Una de las primeras cosas que les enseñará a decir a los niños cuando aprendan sus oraciones será: Dios bendiga a papá. Jamás permitirá que te falten al respeto, pero si tú te pones un poco demasiado exigente ella les enjugará las lágrimas, y hasta les dará furtivamente un caramelo cuando se te haya ido demasiado la mano.
Claro que si los dulces la tientan demasiado puede ponerse gorda. También es posible que se demore mucho en una fiesta, o con una botella de vino. Y habrá veces en que sea un poco mandona, y otras en que los oídos se te cansen de oírla. Pero todas esas cosas sucederán únicamente cuando su balanza emocional esté momentáneamente desequilibrada, y ya volverá a ocupar el justo medio cuando el mal momento haya pasado. Salvo que alguien le apoye un pie en alguno de los platillos, la balanza de Libra siempre termina por equilibrarse. Si uno de los platillos baja un poquito, añade algo de afecto en el otro, y ya subirá. Si el otro se inclina bajo el peso de una excesiva tristeza, quítale un poco con tu comprensión y reencontrarás su hermosa armonía.
¿Qué otra mujer podría tener el porte de una princesa cuando la llevas al baile y después, en un abrir y cerrar de ojos, atarse las botas, ponerse el mono de leñador y ayudarte a cortar la leña para el fuego? Le sobra gracia para lo primero y fuerza para lo segundo. Si a nadie se le ha ocurrido componer una canción con el nombre de tu amada Libra, escribe tú una melodía con tiempo de vals, bien ritmada, y dedícasela. Fortissimo."

LA HONESTIDAD

Si puedo presumir de algo es de ser honesta.
Detesto la mentira y la hipocresía porque es algo que acaba por volverse en contra de quien la practica. Con la verdad se llega a todas partes, no hay necesidad de mentir ni de manipular medias verdades. Las personas que vamos de frente pagamos un precio muy elevado, y lo puedo decir por experiencia propia. Hoy en día se estila la falsedad y la doble moral, y las personas que somos claras y no nos callamos nada somos, muchas veces, un problema. Con franqueza, me importa un rábano lo que la gente piense, aunque cuando alguien a quien aprecio pone en duda mi palabra y desconfía de mis intenciones me duele durante mucho tiempo y siento que se ha perdido algo importante entre nosotros: la confianza.
Las personas que me conocen saben que yo nunca miento. Puedo ocultar u omitir cosas, como todo el mundo, pero jamás mentiría ni levantaría falsos testimonios en contra de nadie. A la larga todo acaba por descubrirse y eso me consuela. El tema es que hay personas que mienten de maravilla, son calculadoras, frías y si se proponen fingir y ocultar una verdad lo hacen sin ningún remordimiento. Yo no podría, va en contra de mi naturaleza. Mi conciencia y mi integridad están por encima de todo.
Por este motivo, no me gusta la gente que miente. Prefiero una verdad aunque sea dolorosa que un argumento estúpido sin fundamento, porque la mentira -aunque esté muy elaborada- tiene las patas muy cortas. Además, tengo una facilidad innata para saber cuando alguien está mintiendo, lo que pasa es que me lo callo porque no conseguiría extraer nada. Allá cada cual con sus mentiras y sus paranoias, yo prefiero tener la conciencia tranquila.
En más de una ocasión he salido perjudicada por hablar claro. Pero lo volvería a hacer una y mil veces aunque la otra persona jamás me lo agradezca. La sensación de impotencia me supera y me duele porque cuando la confianza se pierde cuesta mucho de recuperar, y la sombra de la duda siempre está presente. Es una pena, pero la sociedad no está preparada para enfrentarse a grandes verdades y cada vez son más las personas que mienten de manera patológica sin importarle los sentimientos de las otras personas, sólo buscando su propio beneficio y velando por sus intereses.
De todos modos, el bien triunfa sobre el mal y la verdad sobre la mentira. El tiempo pone a cada uno en su lugar, y el mío es limpio y transparente, pese a quien le pese.

domingo, 7 de febrero de 2010

EMPEZAR DESDE CERO

" Me invade el pensamiento la palabra misterio.
Hay personas que me llevan a abrirme y otras que hacen que me cierre. ¿Qué pasa?
Creo que en parte ocurre y que en parte soy yo quien decide abrirse o no con determinada persona en tal o cual momento.
Siempre está rondando el miedo a la entrega, a sufrir, a desestabilizarnos, a perder todo lo que fuimos logrando con la construcción de nuestra identidad.
Me interesa el tema de la química con el otro, tal vez porque ahí está el misterio.
Por ejemplo, me impacta comprobar cómo podemos mirar a una persona ahora y rechazarla y, sin embargo, en un instante o dos, al cambiar de mirada, sorprendernos amándola.
Esto se vincula con aquello que hablábamos sobre la supuesta identidad... Y esta es la paradoja del vínculo amoroso: todo el tiempo somos otro, y el otro... El otro también es otro.
La propuesta es aceptar esto y ver qué día se produce el encuentro y qué día no: aceptar estas idas y venidas de la relación como algo que es así, sin esperar otra cosa, y no exigirnos sentir siempre lo mismo. Admitir con placer el movimiento de las emociones y, por supuesto, aceptar que el otro también tenga esta conducta. Darse permiso para vivir lo misterioso de las relaciones, como decía el poema que te leí aquel día en el bar:
"Si sabes cómo relacionarte con tu marido o con tu esposa no estás verdaderamente casado, simplemente estás aplicando psicología.
Siempre que una relación es real, se está creando y recreando momento a momento".
Pienso que esta dinámica de lo real también opera sobre la personalidad. Me refiero al ser en pareja y el ser de cada uno. La personalidad es un vehículo para llegar a ser; disolviéndola llegamos a la captación de nuestra esencia.
La personalidad se identifica con una parte del ser a la cual le asigna el valor de la totalidad. Es importante tomar conciencia de que somos el ser y no sólo la posición con la que nos identificamos.
La mente tiene la capacidad de definirnos de cierta manera, como si al ser de tal o cual forma no pudiéramos ser de ninguna otra. Éste es el mecanismo que nos impide ser completos.
Damos por sentado que somos el yo que nuestra mente ha construido y no advertimos que ese yo es algo que se ha formado en el pasado, que tiene sus raíces allí y que su lealtad va dirigida a cosas que ocurrieron entonces, hechos y recuerdos más o menos distorsionados que estamos sosteniendo y tratando de mantener u ocultar. En consecuencia, no podemos estar totalmente presentes porque estamos atados a las cosas del pasado que nos determinaron para crear nuestra identidad.
Pieza a pieza, el yo estructurado es una resistencia a la presencia incondicional.
El trabajo consiste en cambiar nuestra lealtad hacia el yo construido, el yo habitual, en el sentido vasto del ser, al que podríamos denominar nuestra verdadera naturaleza, que está fuera de las barreras de nuestro yo construido y que no puede ser contenido dentro de ellas.
Tenemos que estar preparados para apartarnos de nuestra personalidad, para dejar que pierda fuerza, para agradecerle que nos haya ayudado a sobrevivir hasta ahora, pero aceptar que ya no nos sirve.
Estamos acostumbrados a vivir dentro de ella: no sabemos qué se siente al dejarse llevar sin el freno de nuestra identidad. Nos da miedo y es muy difícil adentrarnos en los lugares oscuros de nuestro ser y abandonar nuestra vieja y conocida identidad. El hecho de dar y recibir amor se convierte en una tarea muy ardua si no estoy decidido a abandonar mi vieja estructura. No es que podamos tomar la decisión de dejar nuestra vieja identidad y conectarnos inmediatamente con nuestro ser. Si fuera tan fácil todo el mundo lo haría, porque todos buscamos amor. De distintas maneras, todos buscamos querer y ser queridos, aceptados, considerados, etc.
No se trata de librarnos de nuestro yo construido, ni de romperlo. Ni siquiera es cuestión de criticarlo o condenarlo de ninguna manera. Hacer esto sería un error, porque es un paso en el camino. Ha tenido y sigue teniendo una función.
A veces las diferencias entre la estructura y la esencia no son tan rígidas, pero siempre son importantes. La estructura está basada en el pasado, la esencia es siempre presente.
La estructura es reactiva, en cambio la esencia es abierta y no reactiva.
La estructura está relacionada con tratar de hacer, con el esfuerzo. Por el contrario, la esencia es sin esfuerzo, es no hacer.
La estructura está siempre mirando algo, queriendo algo, necesitando algo, siempre hambrienta y deficiente. La esencia está llena, no necesita nada.
La estructura está mirando hacia fuera. La esencia se asienta en sí misma.
Welwood nos anima a alejarnos de la idea de un yo estructurado. Él propone directamente que conectemos con el vacío en vez de esforzarnos por llenarlo con una falsa identidad.
Pero esa sensación de vacío se vive como una gran amenaza a nuestra estructura. De hecho, todo el proyecto de identidad es un método de defensa para no sentirla.
La mente no puede agarrar el vacío. La mente crea las historias sobre el vacío como si fuera un agujero negro. El yo construye una barrera y todo lo que está fuera de ella nos parece peligroso.
El yo estructurado transforma esa conducta temerosa en una necesidad vital, consiguiendo que la vida acabe girando permanentemente alrededor del peligro que implica el vacío.
Creo que estaremos mucho más vivos si nos atrevemos a darnos cuenta de que no estamos necesariamente obligados a saber en todo momento quiénes somos, y que no tenemos por qué asegurar exactamente y al detalle qué se puede esperar de nosotros.
Debemos darnos cuenta de que sí podemos (y quizás debemos) lanzarnos a la experiencia de lo que deviene sin encadenarnos a un yo que nos limite a unas pocas respuestas conocidas.
Estas ideas podrían ayudar a estar en pareja, porque permitirían aflojar viejas ataduras y, sobre todo, porque liberarían también a nuestros compañeros de viaje de sus propios condicionamientos individuales".
Jorge Bucay

sábado, 30 de enero de 2010

ANTONIO VEGA

Siempre que te escucho me convierto en otra persona. Este blog podría llamarse perfectamente como una de tus canciones: "El sitio de mi recreo". Me estás cantando al oído mientras escribo y consigues ponerme la piel de gallina. Esta noche la fiesta me la he montado sola, escribiendo para mí más que para los demás, sintiendo cada letra y cada palabra con más intensidad que de costumbre, contigo a mi lado, cantándome y yo cantando contigo. Subo el volumen y escribo con más facilidad, porque tus canciones no son para oirlas bajito, sino con los altavoces a tope.
He escuchado "Lucha de Gigantes" veinte veces seguidas, como poco. Todo lo que he escrito hoy ha sido contigo, juntos, como en los viejos tiempos, cuando me costaba arrancar y tú me empujabas, me animabas y no me dejabas hasta que llegaba al final.
No puedo echarte de menos porque para mí aún estás.

LOS MEJORES AMIGOS

Hay algo que me pasa muy a menudo con mis mejores amigos. Algo curioso y sorprendente que me hace pensar que las personas que nos queremos realmente estamos muy cerca en determinados momentos por muy lejos que estemos físicamente. No sé si llamarlo telepatía, sexto sentido, conexión psíquica... Lo que está claro es que hay algo que se escapa de toda lógica y que, sin embargo, no por ello es menos real.
En los últimos años el estudio de la mente está ocupando muchas páginas y publicaciones en distintos formatos. Es un tema apasionante, teniendo en cuenta que los seres humanos empleamos una mínima parte de nuestro cerebro. Sin extenderme demasiado en la materia explicaré mi experiencia.
Puedo contar con los dedos de la mano a mis amigos. Mis mejores amigos no son muchos, por eso son los mejores, porque son únicos y exclusivos. Cada uno de ellos tiene algo especial, y cada uno de ellos me complementa de alguna u otra forma. La amistad es el tipo de relación más difícil y, a su vez, la más auténtica que puede darse entre dos personas. Es difícil porque se mezclan muchos sentimientos y es auténtica porque el grado de confianza es elevado. En mi caso, mis mejores amigos son cuatro. Lo que relataré a continuación me sucede con dos de ellos: Godo y Cristina.
Godo -Rodrigo- es mi mejor amigo por excelencia. Somos como hermanos. Él es de Burgos y nos conocimos en el año 1999 mientras cursábamos unos módulos de comunicación en la facultad de Inglaterra. Nuestro primer encuentro tuvo lugar en la lavandería. Yo tuve un "pequeño" problema con la lavadora. Bueno... un gran problema, mejor dicho... Era la primera vez que la ponía en marcha y no estaba familiarizada con aquel electrodoméstico tan raro. El caso es que la máquina humeaba y yo no era capaz de pararla. En pleno ataque de pánico llegó él y me arregló el problema. Esa misma noche coincidimos en una fiesta de cocina. Sí, en una fiesta de cocina porque era lo que se estilaba. Cada noche en una cocina diferente, aunque la de mi bloque era la más solicitada. Nos juntábamos veinte o más personas de nacionalidad diferente para echarnos unas risas, jugar al quinito, beber calimocho caliente y fumar marihuana. Aquellos maravillosos años... Ahora ya estamos rehabilitados, pero fueron unos meses moviditos. Lo mejor venía cuando saltaban las alarmas y venía el vigilante. ¡Coño! Todos corríamos para esconder los restos de hierba y alcohol y poníamos cara de no haber roto un plato. Eso noche tras noche, así que aún no me explico cómo aprobé. O soy superdotada o los ingleses son imbéciles.
Es inevitable recordar todo esto cuando hablo de Godo. Como empalmábamos la noche con el día porque allí amanece pronto, a las cuatro de la mañana íbamos a cazar conejos. Luego los soltábamos, pero correr tras un conejo yendo bebido y fumado era la leche. Fue la etapa de mi vida en la que más me reí. Me dolía el estómago permanentemente de tanta risa. El tema es que desde entonces, Godo y yo estamos en contacto continuo. Es como si nos conociéramos de toda la vida. Cuando nos vimos nos reconocimos de inmediato, no éramos extraños el uno para el otro, y a día de hoy seguimos unidos como si el tiempo no hubiera pasado. Ha llovido mucho desde entonces, él se ha casado y está buscando su primer hijo, pero cuando hablamos sigue siendo el mismo. Con sólo oirnos la voz nos desternillamos de la risa, es inevitable.
Lo curioso del caso es que siempre que pienso en él o sueño con él me llama o me envía un mensaje al poco rato. Sin ir más lejos, hace dos días pensé en llamarle y no tuve tiempo porque se anticipó. No falla. Ahora que escribo sobre él seguro que mañana me dirá algo. Estoy segura porque en todos estos años ha funcionado así.
Esto me sucede también con mi amiga Cristina. Hoy mientras encendía el horno estaba pensando en ella. El viernes por la noche me llamó para quedar y como no me encontraba muy bien le dije que lo dejábamos para otro día. Justamente, mientras la tenía en el pensamiento, me ha llamado para decirme si me apetecía ir al cine.
¿Telepatía? ¿Una conexión especial entre personas afines? Yo no creo en la casualidad, sino en la causalidad, por eso pienso que algo de paranormal tiene que haber en todo esto. Sea como sea es alucinante y maravilloso. Que exista un feeling así de mágico y especial entre dos buenos amigos es la mejor recompensa a los muchos años de complicidad y de cariño. Ojalá sucediera lo mismo con la persona a la que amamos, porque siguiendo la misma lógica si no se da el caso es porque esa persona no nos quiere del mismo modo, ¿no? Creo que ya estoy pensando demasiado... Es habitual en mí pero en exceso deja de ser sano, así que por hoy ya he terminado.

HISTORIAS PARA NO DORMIR

Hace días que no escribo. Muy a mi pesar, no he sido capaz de escribir nada coherente por falta de tiempo y de ganas. Un escritor siempre debe estar en condiciones para escribir sea lo que sea en el momento que se tercie. Eso es lo que algunos piensan, pero no es verdad. La inspiración no llega siempre que la esperas, sino cuando le da la gana, por algo es libre y mágica.
Escribir por escribir es un recurso que muchos utilizamos en un momento dado porque nos sirve como terapia, una especie de liberación para los sentidos y nuestro subconsciente. En realidad, me gustaría escribir muchas cosas y explicar otras tantas. Las noticias de las últimas semanas no nos deja indiferentes a nadie, tanto a nivel social como político. La gota que colma el vaso es la propuesta del Partido Socialista de alargar la edad de jubilación hasta los 67 años. Sin comentarios. No me apetece engrosar la lista de críticas ni de opiniones en contra. Ésta, entre otras muchas, es la consecuencia de la decisión de la mayoría de los españoles que decidieron dar por culo al Partido Popular en las pasadas elecciones. No cabe duda de que soy derechista hasta la médula. Yo no me cambio la camiseta a la primera de cambio. Ni a la segunda. Ni a la tercera.
Todos los españoles que confiaron en el Partido Socialista tienen lo que se merecen. Lo jodido del caso es que los que no estamos de acuerdo con la misma ideología tenemos que pasar por el aro, nos guste o no nos guste.
Unas elecciones anticipadas sería la mejor alternativa para salir del atolladero.
Yo lo tengo clarísimo.

domingo, 17 de enero de 2010

SIN TON NI SON

Meritxell hija… No te enteras de nada. ¡Con lo inteligente que tú eres y hay que ver a veces lo tonta que pareces!
Escribe mi subconsciente. Yo sigo sin voz pero mi cerebro sigue trabajando, por suerte.
En la carrera de periodismo te enseñan a escribir frases cortas y concisas. Ahora me doy cuenta. Digo esto porque hoy es uno de esos días que me apetece decir lo que me venga en gana, y ya que estoy sin voz y no puedo ni hablar por teléfono, escribo, escribo, escribo y reviento las letras y las palabras. Me importa un rábano si las frases son cortas o largas. Me salto el protocolo. Además, esto no es ningún artículo periodístico. Esto es una gilipollez de madrugada. Y a mucha honra.
No me importa que mis frases no tengan sentido porque tendrán el que cada uno quiera darle. A propósito del teléfono… Acabo de recibir la llamada de un amigo del colegio, una de esas amistades que se retoman gracias al facebook. Ayer fue la cena a la que yo no fui. Me ha llamado para decirme que fue espectacular, pero que me echaron de menos. Agradezco su llamada y sus buenas palabras… Yo tenía la excusa perfecta: estaba afónica y se ha podido comprobar que no miento. Nunca miento.
Mañana si sigo igual iré al médico. Me duele todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los dedos de los pies. Me cuesta abrir los ojos, girar el cuello y tengo escalofríos.
Pero aguanto. No me atrevo a hacerme un diagnóstico ni a recetarme otro antibiótico que no sea éste, escribir lo primero que me pase por la mente.
Escribir me hace bien, porque pongo mis ideas en orden y me quedo relajada. La idea de diagnosticarme a mí misma me la quitaron de la cabeza hace muchos años. No conozco a un solo médico que me haya dicho alguna vez que estaba en lo cierto. Claro, como soy hipocondríaca –para mí la peor enfermedad de todas- me veo un cáncer a la primera de cambio. Hubo una época terrorífica, en la que entraba en google y leía todas la enfermedades con sus respectivos síntomas. Fue alucinante. Mi médico se reía. Me decía: coño Meritxell, si hubieras sido médico tendrías a los pacientes acojonados… Y estaba en lo cierto.
Mi ginecólogo está muy mentalizado para cuando me ponga de parto. Según él a los 33 tendría mi primer hijo. Se ha equivocado. Ahora no es el momento, pero cuando llegue será el día más feliz de toda mi vida. Estoy segura de que seré una buena madre.
Ahora me distrae una escena que aparece en televisión. La describo tal y como la voy viendo, deprisa, sin contemplar todos los detalles… un hombre y una mujer, a punto de hacer el amor, ella le venda los ojos con un pañuelo mientras se va desnudando, se queda con las medias y el sujetador, se sienta en la cama a su lado, le descubre los ojos, se besan apasionadamente… ¿Qué película es? Desde luego la mía no. Esto me recuerda que hace mucho tiempo que no hago nada parecido. Pero puedo aguantar. También puedo con eso.
Por cierto, ¿de qué quería hablar? Ya ni me acuerdo. ¡Ah sí! Decía que como no tengo voz utilizo las teclas de mi ordenador para comunicarme, aunque hoy estoy algo dispersa. Espero que cuando me vaya a la cama mi cerebro deje de darme la lata.
Esto del blog tiene su gracia. Es como escribir en un diario. Puedes decir lo que quieras con el aliciente de que alguien que no te conoce de nada te lea en un momento dado. Entonces se produce algo increíble, casi mágico, que varias personas al mismo tiempo sienten lo mismo que tú y se crea una conexión energética que te hace saber que no estás sola. Siempre hay algo que te indica en qué momento estás y cómo te encuentras.
Esto es lo bueno de la tecnología, que aunque da algunos problemas te permite estar en tiempo real en otros lugares y con distinta gente, como dice la canción.
Empiezo a encontrarme peor que antes. Quiero seguir escribiendo pero se me cierran los ojos y no es de sueño. Me parece que voy a salir a la calle a pasear al perro y aprovecharé para comprar tabaco. Sé que no debo fumar y ahora que estoy así mucho menos, pero como esto es infumable me fumo un cigarrito y me quedo tan contenta. Así compenso.
Eso sí, cuando me quede embarazada lo dejo de inmediato. Es más, lo dejaré un tiempo antes, cuando me ronde por la cabeza la idea de ser madre.
¿Cómo estaré embarazada? Pues monísima, qué cosas tengo.
Y ¿por qué he empezado diciendo que a veces parezco tonta sin serlo? ¿A qué venía eso? Decididamente, hoy no tengo el día.