sábado, 1 de marzo de 2014

VIDA, SIMPLEMENTE

Un aplauso a la vida, que se sale siempre con la suya. Tiene su propia metodología, es fácil, no requiere esfuerzo. Hoy amanecemos con un plan y nos vamos a dormir con otro; la vida nos lo ha impuesto. Sólo ella rompe contratos, despidos improcedentes. Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno, final. Empezamos de nuevo: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, inicio. La vida toca el timbre, abrimos la puerta, sorpresa, viste de luto. Estamos en el cinco y no sabemos si cerrar la puerta. Es impresionante no saber dónde te encuentras. Suena genial. No podemos hacer nada, ninguna sugerencia, las lecciones de vida para los fracasados, que se les da muy bien. Hay que renacer, cada día, cuando abrimos la puerta y nos encontramos con la vida con un cinco o un tres entre las manos. Suena más tentador que genial decirle adiós y cerrarle la puerta en las narices, pero eso también lo decide ella. Indemnización. Eso sería lo justo. Mañana seguro que sale el sol. Llamarán a la puerta y será la vida con un ocho repartido en las dos manos, elegiremos una o las dos, pero el sol seguirá brillando. Así es la vida, así los humanos.