lunes, 15 de febrero de 2010

ANDY GIBB, OTRO GRANDE

Si tuviera que describir mi vida con canciones ésta sería una de ellas.
Cada vez que la escucho se me hace un nudo en la garganta. Por nada en particular, sólo porque me emociona, de modo que ha estado presente, está y lo seguirá estando siempre. La música es cómplice, amiga o enemiga, depende del momento.
Enciendo un cigarro, reflexiono unos segundos, quién me ha visto y quién me ve...
Me levanto, bebo un vaso de agua, sabe a pasta dentrífica porque me acabo de lavar los dientes, deslizo la yema de mis dedos por el contorno de mis ojos, suavemente, la crema nutritiva sigue en su sitio. Me siento de nuevo, me pongo las gafas, leo lo que he escrito y decido que es publicable. La canción me envuelve y me duermo con ella. Me está entrando sueño, ya acaba, la dejo aquí y me voy a la cama.


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