miércoles, 20 de julio de 2011

SIN MEDIOCRIDADES

No me gusta la gente mediocre, los que se quedan con lo primero que ven, que no profundizan hasta entender lo incomprensible que todos llevamos dentro. Esas personas no saben querer, y nunca sabrán amar.
No me gustan las personas cobardes, que sólo apuestan por lo fácil y al menor inconveniente se derrumban y pierden la esperanza. El mundo es mucho más complejo, ya va siendo hora de que se den cuenta. La lucha es una constante, y perder cuando se ha luchado no es ninguna derrota. Derrotados y fracasados son los que nunca lo intentan, bien porque temen perder el juicio o porque dan más crédito a la opinión de los demás que a la suya propia. No me gustan las personas indecisas, ni las cambiantes, las que no tienen personalidad y se sienten atraídas por lo mismo que la mayoría. Eso, para mí, es ser mediocre. Lo bueno no abunda, desafortunadamente. Me gustan, sin embargo, las personas valientes, las que sorprenden sin venir a cuento, las que se dedican tiempo y son perseverantes, las que se ilusionan con pequeñas cosas, las que agradecen, las que perdonan, las que reconocen su error cuando se equivocan, las que lloran cuando se emocionan, las que no se avergüenzan de tener sentimientos, las que declaran su amor a los cuatro vientos pese a que la otra persona no les corresponda, las que estudian constantemente, las que leen para alcanzar esa libertad inalcanzable de cualquier otra forma. La lectura es la mejor herramienta para tocar el cielo. Me gustan todas esas personas, pero especialmente me gustas tú. Y me gustas de un modo tan particular que escribo y leo todo cuanto escribo y lo que no está escrito hasta que te decidas a escribir por ti mismo. Mientras llega ese momento, protagonista indiscutible de mis sueños, leo y escribo, escribo y leo hasta tocar el cielo con la punta de mis dedos. ¿De qué otro modo podría hacerlo? Así puedo amarte con la libertad que dan las letras, abrir las ventanas y volar con las alas de la imaginación hasta adentrarme en la oscuridad de la noche incierta.