jueves, 24 de enero de 2013

OPORTUNIDADES AL DESCUBIERTO

Veo las oportunidades como caramelos en la puerta de un colegio; tienes que pillarlas al vuelo porque si te distraes las alejas y no pasan de nuevo. El más rápido suele ser también el más astuto, y el más valiente.
No creo en las segundas oportunidades. Pienso que cuando pasan, ya han pasado, y el vacío que dejan se llena de nuevas ilusiones que, de ninguna forma, podrán ser las mismas que las anteriores. Yo apuesto por las personas valientes, que son decididas, que temen que el tiempo les arrebate lo que realmente quieren. Y es que el tiempo no siempre es un aliado, sino todo lo contrario. No sé, tal vez hoy esté negativa y lo vea todo gris, pero la verdad es que cada vez me pasa el tiempo más y más rápido, y le doy mucho más valor, me aferro a las cosas y personas que quiero porque me aterroriza que el tiempo se las lleve uno de estos días.
A veces, y esto nos ha pasado a todos, solemos vivir experiencias similares a las de años atrás, y nuestro primer pensamiento, o el segundo, es que son nuevas oportunidades para, en esa ocasión, hacer bien las cosas. Lástima que el tercer pensamiento tarde en llegar, porque es el que más vale de todos. Las  oportunidades no se reemplazan ni se prolongan,  las oportunidades llegan y desaparecen, puedes atraparlas y vivir con ellas durante un largo tiempo, pero siempre acaban en el plano etérico, y eso con suerte. Oportunidades, oportunidades... Se me ocurre que alguien podría dedicarles una canción.