domingo, 13 de diciembre de 2009

UN MOJITO CON PAUL

No he podido esperar a mañana.
Decididamente, me di un baño de agua caliente, me unté la piel con crema hidratante, me maquillé como de costumbre y me vestí con unos vaqueros y una camisa de pocos botones. Antes de salir de casa llamé a Paul para asegurarme de que estaría en el cubano. Paul es de los fieles, a mí y al pub. Siempre ocupa la misma silla, en la mesa del rincón donde nadie le molesta para escribir en su pequeña libreta de tapas duras y azules. Le gusta escribir poesía y se le da muy bien, pese a que yo no soy partidaria de este género. Creo que la poesía no encaja en esta época, en la que escribir versos con criterio es surrealista y atrevido. En mi opinión -y que conste que como escritora me jode reconocer esto- sólo escriben poesía los imbéciles. Bueno, Paul es la excepción. Para escribir poesía se requiere la misma dosis de sensibilidad que de raciocinio,ya que de lo contrario se cae en lo cursi y en el mal gusto. Las personas que escriben poesía escriben, por lo general, sobre el amor. Y estas mismas personas viven inmersas en un mundo de fantasía constante que les impide reconocer la realidad y sentirse reales. Luego, cuando irremediablemente les toca enfrentarse con la cruda realidad -algo que nos toca a todos- lloran por las esquinas y se lamentan de lo desgraciadas que son. Claro, la realidad es mucho más dura y menos llevadera. Pero el colmo de la tontura es leer una poesía de amor escrita por una fémina aficionada. A mí, como mujer, me horroriza leer tanta chorrada concentrada en poco espacio, y si fuera hombre y conociera a una mujer que dedicara su tiempo libre a escribir sandeces y delirios, echaría a correr y no pararía hasta llegar al Polo Norte. Eso como poco, porque la mujer que escribe versos de amor -a no ser que sea una adolescente- es, por norma general,simple, vanidosa, fantasiosa y tengan por seguro -ahora me dirijo a los hombres- que si se cruza en sus vidas también un PELIGRO. Al principio puede parecerle dulce y cariñosa, y es fácil que se deje querer, pero a la larga sólo le traerá problemas cada vez que le lleve la contraria o le niegue algún capricho. Se trata de mujeres que viven en un eterno cuento de hadas y que van suspirando y suplicando amor a todas horas y en todo momento. En fin,un horror.
El hecho de que yo sea mujer y opine de este modo resulta chocante. Paul dice que si he llegado a esta conclusión es porque yo también he escrito poesías de amor alguna vez... Y tiene razón. Las escribía en el colegio, a los diez años. Por suerte, me recuperé pasada la adolescencia.
Hemos hablado de muchas cosas. Me gusta hablar con Paul porque es un tipo inteligente,sensato,tiene principios y nunca miente. Y concluyo con una frase que me dice siempre cuando nos despedimos: Si no fuera homosexual me casaría contigo.
Consigue sacar la mejor de mis sonrisas.

3 comentarios:

  1. Hola Meritxell!, en un blog que sigo hay una poesía de Charles Bukowski.( fragmento )

    pero como dios dijo
    cruzándose de piernas
    veo que he creado muchos poetas pero no mucha poesía

    Lo encuentro genial , no le falta razón.
    Como tu bien dices hay mucha tontura poética,
    la verdad yo no entiendo mucho de poésia pero el otro día encontré un blog que me pareció muy interesante: http://cuadernosdelargonauta.blogspot.com/
    Te dejo la dirección por si te apetece mirarlo.
    Felices fiestas y gracias por ser tan comprensiva

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  2. Gracias Antonio. Echaré un vistazo al blog.
    No me gusta la poesía, pero el fragmento que has escrito está genial. Yo creo que todos somos algo "poetas", aunque hay muchas formas de hacer poesía, y no siempre es escribiendo, ¿no te parece?
    Saludos.

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  3. Desde luego!,un gesto,una mirada,un atardecer,cualquier cosa que nos conmueva es poesía, a mi personalmente más que la poesía en si lo que me gusta son los pensamientos escritos que con poco texto te hacen pensar y reflexionar.
    Saludos

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