Cuando el espacio se tiñe de violeta y los ojos lloran cristales destilados, cuando los paraguas blancos se manchan de copos de nieve morada, llega la estación olvidada.
Un gélido beso recuerda que estamos muertos. Los labios fríos, duros como piedras, la lengua podrida que se cae a trozos, una boca cosida con alfileres. Lo que no se llegó a decir nunca. Bésame hoy y cómete mis sesos antes de que lleguen los gusanos. Estoy oculta en tus pensamientos grises de culpa y miedo. Ahora que estamos muertos, descóseme la boca y deja que se escape el silencio. Y bésame. Ahora que estamos muertos. Ahora que estamos muertos.
Un gélido beso recuerda que estamos muertos. Los labios fríos, duros como piedras, la lengua podrida que se cae a trozos, una boca cosida con alfileres. Lo que no se llegó a decir nunca. Bésame hoy y cómete mis sesos antes de que lleguen los gusanos. Estoy oculta en tus pensamientos grises de culpa y miedo. Ahora que estamos muertos, descóseme la boca y deja que se escape el silencio. Y bésame. Ahora que estamos muertos. Ahora que estamos muertos.