miércoles, 28 de julio de 2010

UN POQUITO DE SENTIDO COMÚN

Finalmente, se ha decidido prohibir las corridas de toros en Catalunya.
Me alegro muchísimo, aunque me gustaría que todas las decisiones fueran coherentes y sin distinción de ningún tipo. Se prohíben las corridas de toros -insisto que me parece bien- y, sin embargo, se aprueba la ley del aborto. ¿Acaso la vida de los toros es más importante que la de un ser humano?
Espero y deseo sinceramente que el aborto deje de contemplarse como un derecho, ya que a mi juicio es un crimen y un atentado contra la dignidad del ser humano.

martes, 27 de julio de 2010

LA TEORÍA DIVINA DE MI TÍA CONSUELO

Ayer por la tarde estuve con mi tía Consuelo. Fui a su casa a llevarle unos pantalones para que me arreglara los bajos. Mi tía Consuelo es hermana de mi abuela, pero no se parecen en nada y tienen puntos de vista completamente diferentes sobre todo. Es divertido verlas discutir porque la sangre nunca llega al río.
La verdad es que con mi tía tengo mucha confianza y es de las pocas personas con las que puedo hablar de lo que me preocupa con la tranquilidad de que mis confesiones no saldrán por la puerta de su casa. Ochenta y siete años dan para mucho y la voz de la experiencia, aunque suene a tópico, nunca se equivoca. Le cuento mis cosas mientras ella cose y, sin dejar de dar puntada, me contesta como si fuera su hija, que es lo que siempre me dice, que me aconseja como si fuera su propia hija porque me quiere tanto que sólo desea lo mejor para mí. Escucha a tu tía que sabe de lo que va la vida... -me repite una y otra vez.
Y tiene razón. En los últimos tiempos poco se ha equivocado.
El caso es que ayer, hablando sobre las oportunidades que dejamos escapar, me dijo algo que no se me había ocurrido antes. Cuando yo le pregunté -más bien me quejé- que por qué Dios no me daba otra oportunidad para arreglar algo con lo que me equivoqué, me contestó sin ninguna duda:
- Porque el Universo es muy grande y Dios tiene que dar la vuelta y prestar atención a todos. Claro, para eso se necesita mucho tiempo...
Su reflexión me dejó perpleja porque me pareció un argumento bastante fantástico, por ponerle un nombre. Pero luego, pensándolo mejor, comprendí lo que me quería decir.
Hay cosas que lleva mucho tiempo reparar. Otras, sin embargo, se solucionan de inmediato, pero las importantes, las que para nosotros tienen especial interés, requieren paciencia y tenemos que esperar a que Dios haga una paradita en su viaje por el Universo y considere si lo que le pedimos es justo. Mientras, yo me desespero. La paciencia, como ya he comentado en alguna otra ocasión, no es mi punto fuerte. Me cuestiono, incluso, si la persistencia es una virtud o más bien un defecto. Yo me considero una mujer muy tenaz, pero a veces me dan ganas de tirar la toalla porque me quedo sin fuerzas y sin energía. En esos momentos es cuando miro al cielo y le guiño un ojo a Dios. La fe mueve montañas y todo llega. Si Dios no para de dar vueltas algún día, en algún momento, se apeará en mi estación y seguro que llegamos a un acuerdo.

domingo, 11 de julio de 2010

LA GENTE QUE ME GUSTA

"Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe.
Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido".
Mario Benedetti

domingo, 4 de julio de 2010

THE GOONIES

Hace muchos años que vi esta película por primera vez. Hoy la he vuelto a ver y no he parado de reir durante todo el rato. He recordado de manera extraordinaria aquellos años en los que iba al cine con mis amigas, cómo éramos entonces y cómo somos ahora. Suelo transportarme al pasado con tanta facilidad que luego me cuesta volver al presente. Cada vez que escucho una canción o veo una película, cuando percibo un olor o visito un lugar. Los recuerdos son maravillosos. No estoy de acuerdo con los que opinan que el pasado hay que soltarlo para atrapar el presente. Pienso que el pasado es un gran maestro y no debemos ignorarlo.
Esta película me ha hecho llorar de la risa. Me ha transportado a mi infancia y me he acordado de mis amigas, las he visto con sus vestidos y peinados y cada vez me reía más. Tengo que acordarme de llamar a Cristina para contárselo. Seguro que ella también se acuerda de aquellos maravillosos años...